Cooper

Cooper siempre ha tenido un público fijo, seguidores fieles que se engancharon al proyecto de Álex Diez cuando lo creó tras disolverse Los Flechazos, o también nuevas personas que según han ido descubriendo al grupo han quedado enganchadas por la alegría y dinamismo que ofrece el grupo. En estos ocho años, la evolución musical ha sido más bien limitada, él mismo lo reconoce, ya que sus canciones se parecen demasiado entre ellas pero eso no ha importado nunca, referencia tras referencia, los que hemos seguido a la banda leonesa, hemos disfrutado a gusto.

Álex Diez siempre ha defendido el formato EP por delante del long play y de cualquier otro esquema, ya que recoge lo mejor que tiene un artista en pequeñas dosis, sin lograr que llegue a aburrir por demasiada repetición y sobre todo, porque al estar limitado el espacio de las canciones, el artista tiene que ser más selectivo cuando elige los temas.

Lemon Pop es un ejemplo de esta filosofía. La canción pop por excelencia llevada a un formato que parece estar hecho desde sus inicios para ella, porque lo escuchas y no te cansas de él, son singles sueltos a la vez que entre sí se compenetran creando una pequeña pieza. Y con el nuevo EP, el leonés ha conseguido lo más difícil en su carrera, firmar (casi) su mejor pequeña referencia.

Digo casi porque Oxidado (2004, Elefant Records) para mí siempre tendrá el sinónimo perfecto unido al título, ya que estaban incluidos temas como el que daba nombre al trabajo, haciendo una oda a Donosti, ‘Silverstone’, otra oda a la fórmula 1, ‘Cerca del Sol’, uno de sus himnos, y la versión de ‘Ráfagas’, de Los Bólidos. Por lo que es un EP de pop a recordar.

Pero Lemon Pop no se queda lejos de esa categoría. Se experimenta una mejoría de los leoneses tras sus dos anteriores referencias, también en EP pero que no tenían temas tan redondos como el de 2004 o el actual, y se echaban en falta. Ahora vuelven los hits en forma del power pop que Cooper ha sabido hacer siempre tan bien.

Los referentes son los de siempre, toda la generación mod que incluye tanto a los Small Faces, principal influencia del grupo, o a los Creation, cuando los sesenta tenían por bandera a las vespa, se vestía de traje italiano y todo el dinero del trabajo iba para comprarse los mejores vinilos de música que se tenían a mano. Siempre ha sonado así Cooper y es ya su seña de identidad, no pedimos en sus nuevas canciones que rice el rizo y nos demuestre otra vía, sino pedimos temas como ‘Ruido’, el himno del trabajo.

Tiene la rabia de unas guitarras más distorsionadas, la voz de Diez más movida y sobre todo, una estructura que pide a gritos la memorización de la letra, que entronca con sus mejores canciones y que comprime en más de tres minutos. Una píldora de pop muy agradecida.
En el lado lento está ‘En el Sofá’, donde la letra pasa de ser rápida y frenética, para irse a la balada de amor, muy bonita y con la Gibson pausada. Nada que envidiar a la escena sueca, un tema que es la cara B perfecta de cualquier single sixtie.

Antes había abierto el EP ‘Círculo Polar’, que es una versión de Myracle Brah y que vuelve al medio tempo de Cooper, como hace ‘Ola de Calor’, donde hay más influencia de la psicodelia y donde los leoneses firman uno de sus temas menos típicos.

Aunque lo mejor viene con el regalo que se hace al final. Una canción si vemos el tracklist del EP, y todo un concierto si damos al play. Es una hora de duración del directo que Cooper ofreció en Madrid el 18 de enero de 2008 en la sala Gruta 77. A través de grandes versiones, donde pasan bandas como Gigolo Aunts, Buzzcocks o The Hollies, y donde recuperan sus canciones favoritas.

Yo me quedo con tres, y son precisamente las suyas. Primero con las dos de Los Flechazos: ‘Cansado’ y ‘Quiero Regresar’, la cual cierra el directo, precedida por la propia ‘Rabia’ de Cooper. El resto es que son singles míticos y se sostienen por sí solos.

Como resultado final, un EP grandioso, para seguidores de los leoneses, para amantes del pop con mayúsculas y que Álex Diez ha querido dedicar al festival murciano Lemon Pop, como nos contó en su día, y a los demás de festivales (FIB, Contempopranea…). Acabemos con una de sus canciones: ‘Yo no me pienso callar, ni bajo el agua, hay muchas cosas que contar. Si no entendéis nuestras palabras, algo tendremos que inventar’. Larga vida a Cooper.

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