Biografía

Manolo y Genís, han conseguido con ASTRUD alcanzar tal nivel de personalidad, que sus logros dentro del pop español serán difícilmente igualables, y su sonido y sus señas de identidad, propias e indelebles. Entre un concierto de PULP y otro de LE MANS entre el año 1995-96 perpetraron formar el grupo que a día de hoy ha desarrollado la carrera más inclasificable, abierta, emocionante e incluso, a veces, esperpéntica.

Sus dos discos en Chewaka, y los dos siguientes en Sinnamon, más un puñado de Eps que son a día de hoy joyas para coleccionistas, sirvieron para construir una leyenda a golpe de grandes himnos (“La Culpa”, “Cambio De Idea”, “Esto Debería Acabarse Aquí”, “Todo Nos Parece Una Mierda”, “Hay Un Hombre En España Que Lo Hace Todo” y muchas más), que ha culminado con su disco para Elefant con el COL.LECTIU BROSSA, “Lo Nuevo”, en el que reinventan su carrera en clave de música concreta y demuestran que su discurso es capaz de saltar de lo artístico a lo iconoclasta, del absurdo a la emoción, del cinismo a la evocación, de la cotidianeidad a lo excepcional. Con un ojo puesto en los grandes nombres del pop en español (ALASKA Y PEGAMOIDES, Carlos Berlanga o FAMILY) y el otro surgido de algún sitio desconocido, donde lo original e inigulable habitaba esperando poder hacerse un hueco en la música del dúo catalán. Y es que sus letras, sus melodías, su actitud y ése universo que han creado en torno a lo que ASTRUD significa, es único.

    

 

Manolo Martínez: Voz, guitarra y teclados
Genís Segarra: Sintetizador y programaciones

 

1995-1996

Manolo y Genís se conocen en un concierto de PULP en Barcelona en noviembre de 1995. Unas semanas más tarde, en enero de 1996, se vuelven a encontrar en un concierto de LE MANS y es entonces cuando Genís le enseña a Manolo una “Hoja de prensa” sobre el grupo que le gustaría formar junto a él, una declaración de intenciones que Genís había llevado encima durante todo ese tiempo a la espera de encontrar su perfecta alma gemela. Como dicta la tradición de la formación de grupos musicales, sus afinidades y gustos les impulsan a montar ASTRUD. Pronto llaman la atención de los seguidores musicales, gracias a una sorprendente puesta en escena y su inclasificable discurso musical, que incluye influencias de todo tipo: el tecno-pop, el italo disco, el pop ye-ye, la chanson francesa...

 

1997

Después de un par de años tratándose de dar a conocer, grabaron una maqueta, “ASTRUD loves me”, con dos canciones, “Superman” y “Lemongirl”. Finalmente entran en contacto con el sello Acuarela, curiosamente Jesús Llorente había sido compañero de clase de Manolo en El Puerto de Santa María cuando ambos estudiaban el bachillerato, y se edita su primer y homónimo EP en el sello madrileño. El disco desaparece de las tiendas rápidamente, agotando su tirada y haciendo de él hoy en día una pieza de coleccionismo muy buscada. Canciones como “Superman” o “No estaría mal no tener que saber qué es lo que va a pasar” definen ya claramente el estilo sarcástico y desencajado que poblará su carrera. Como curiosidades, esa “Last time” en inglés, la edición japonesa del EP que contenía cuatro temas añadidos: una versión de PULP (la devolución de la deuda de aquel concierto), “Vamos al amor”, “Mi fracaso personal” y la divertidísima “Lemongirl” y la edición americana publicada en el sello Sealed Fate, que contaba con dos temas extra (la versión de PULP y “Lemongirl”) y se edito en formato CD y en una edición especial en vinilo de 10”.

 

1998

Se convierten en la pequeña joya del pop español, aunando elogios unánimes por parte de crítica y público, hasta el punto de llegar a tocar en el Festival de Benicàssim de ese año.

 

Precisamente preparando su primer largo para Acuarela, tienen un problema con el ordenador y pierden prácticamente el disco completo. En el periodo de recuperación y regrabación del material, ASTRUD tocan en Madrid como teloneros de Carlos Berlanga, justamente la noche de Halloween. En ese concierto les ve Javier Liñán, que decide ficharles para Chewaka, el subsello de Virgin España que él dirige.

 

Nacho Canut y Alaska se declaran fans del grupo, y graban junto a ellos “De viaje” de LOS PLANETAS, como single para el club de fans de FANGORIA “Fan fatal”. El single incluye una remezcla más bailable del tema.

 

1999

Sale a la calle su esperado, y a la postre aclamado, disco de debut. “Mi fracaso personal” les sitúa al frente de una vanguardia original y rompedora, tanto a nivel musical como estético, gracias a una colección de canciones inigualable, que incluye piezas tan inolvidables como “Esto debería acabarse aquí”, “Miedo a la muerte estilo imperio”, “Cambio de idea” o esa explosiva versión de “Bailando”, de los belgas PARADISIO. El álbum supone la consgración definitiva del dúo, identificado con una lírica personal, que va desde lo gamberro a lo emocionante, de lo absurdo a lo sarcástico, siempre con grandes melodías, ritmos bailables, y una puesta en escena muy llamativa (muy comentados fueron los tacones de Genís). Aparecen en las listas de los mejores discos del año, y a día de hoy es considerado uno de los mejores discos del siglo pasado dentro del pop español.

 

Se hacen videoclips con "Esto debería acabarse aquí", "Bailando" y "Cambio de idea", y se publica un maxi con remezclas de "Bailando" y un CD-promo con "Esto debería acabarse aquí".

 

La revista Shangay publica un CD incluyendo la versión de “De viaje”, la remezcla bailable junto con FANGORIA, y “Electricistas”, de estos últimos. A día de hoy su precio es desorbitado en cualquier subasta para coleccionistas.

 

2000

Como cierre al ciclo de “Mi fracaso personal”, sale el EP “Cambio de idea”, un lanzamiento conceptual (con los toques de personalidad y deconstrucción tan propios del duo), con cuatro temas que giran en torno al concepto del cambio: “Cambio de idea”, “Cambio de forma”, “Cambio de tiempo” y “Cambio de sentido”. Sin duda, una de las joyas más irrefutables de su carrera.

 

El resto del año se completa en la carretera, donde recorren intensamente la geografía española y siguen acudiendo a algunas de las citas más importantes. Y para que la actividad no cese, montan el sello Austrohúngaro, donde publican referencias de bandas como HIDROGENESSE, CHICO Y CHICA o MANO DE SANTO.

 

2001

Se publica “Mentalismo” como EP de adelanto a su nuevo disco. Incluye una versión más luminosa del tema titular, comparada con la que saldría posteriormente, y la composición “El teclista telequinético" que interpretaban en directo de manera curiosa: Genís movía los labios, haciendo playback instantáneo de la voz en directo de Manolo.

 

2002

Sale a la calle “Gran Fuerza”, un disco que, como indica su nombre (aunque realmente hace referencia a un restaurante chino cercano al piso de estudiantes donde vivía Manolo antes de conocer a Genís), esconde mayores dosis de energía, con unas programaciones más musculosas, y un sentido más orgánico de la música, con más instrumentación. Canciones como “La culpa”, “La boda” o la maravillosa “Me afecta” les da el espaldarazo definitivo a nivel de público, y les coloca en esa división de honor, que muy pocos grupos han tenido la posibilidad de habitar dentro del pop independiente patrio. El mismo J, de LOS PLANETAS, firma la hoja promocional, en forma de carta al grupo.

 

Meses después lanzan “La boda", con dos temas nuevos, una versión acústica de la titular, y "A mí me pasa lo mismo", una canción que habían compuesto para presentarla a los A&Rs de Ana Torroja, que por entonces buscaba repertorio, pero que se ve que no tuvo la acogida esperada entre aquellos, y encontró buen cobijo entre los fans de ASTRUD.

 

Tocan de nuevo en grandes festivales, como el Primavera Sound o el Festival Do Norte, y suelen llevar a Eduard Alarcón al bajo.

 

2003

Es el año del “clocharismo”, como ellos mismos lo llamaron, o “Marginales. Las estatuas cantantes”: una serie de conciertos que Manolo y Genís dieron en mitad de la calle, con ayuda únicamente de instrumentos acústicos como clarinetes y ukeleles, y que justificaron con la siguiente frase: "El año pasado, a mediados, tocamos techo. Ahora estamos iniciando el Grande Descenso."

 

En diciembre de ese año, Elefant y la revista Rockdelux publican un disco de tributo a FAMILY, y ASTRUD colaboran realizando una versión de “El bello verano”: en realidad realizan una interpretación, a cappella y en directo, de la sintonía de la serie televisiva "La pantera rosa", a la cual añadieron la letra de FAMILY.

 

Publican a finales de año “Un mystique determinado” en Austrohúngaro, música compuesta a propósito para un proyecto audiovisual de Carles Congost, y para el que contaron exclusivamente con Desireé García, cantante de FINE!, Carlos Ballesteros (HIDROGENESSE), Helena Feria (LES BISCUIT SALÉS) y un cuarteto de cuerda. En él narran la curiosa historia de un joven que quiere ser artista, pero cuyo entorno le obliga a ser futbolista. Un disco que ASTRUD adoran a pesar de ser uno de sus trabajos más desconocidos.

 

2004

Terminan su relación contractual con Chewaka, y firman con Sinnamon Records. Como primera referencia sale ese artefacto sonoro, en forma de EP de seis canciones, llamado “Todo nos parece una mierda”, en el que el grupo da rienda suelta de manera absolutamente despreocupada (si no lo hacían ya) a todas sus fijaciones. La titular es un himno absolutamente hilarante que ellos mismos describen como “mezcla de canción protesta y fantasía pop, con castañuelas, coros angelicales, guitarra española y un estribillo que se repite dieciocho veces”; “Hay un hombre en España” es una de esas canciones increíbles e inimaginables que solo ellos podrían haber firmado, con aire farandulero, y arrasando al mismo tiempo con toda la iconografía hispana; “Nuestros poetas” levanta por los aires los lugares comunes de la literatura española; “Café con cebolla” es una extraña broma que reconocieron haber grabado bajo los efectos del alcohol; “Es que sí” (en catalán) fue candidata a representar a Andorra en Eurovisión, y “No tengo miedo” es un rescate de “Un mystique determinado”, como ellos dicen, “con sonido dragostea”. Una obra totalmente impactante.

 

Inmediatamente después llegó el largo: “Performance”, que vino a confirmar todo lo apuntado. Si no había habido suficiente hasta el momento, dejaron a todo el mundo epatado con temas como “Masaje” o “Soy futbolista”. Consiguen dar un toque pop a un disco completamente irreverente, en el que cuentan con la colaboración de Claudia Gonson, de THE MAGNETIC FIELDS, sin duda una de sus más grandes influencias, y con quienes ya habían compartido escenario en una gira conjunta.

 

 

 

 

 

 

 

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