Ana Fernández-Villaverde vuelve a la carga y esta es la primera canción que lanza desde la publicación de su último disco “Brujería” (septiembre 2019). Paseándose de un género a otro sin ningún complejo, nos presenta el single “Un Gatito”, un himno inmediato que sirve además como aperitivo de su nuevo álbum, en el que ya está trabajando. El tema habla de querer a alguien con todos sus defect…
Ana Fernández-Villaverde vuelve a la carga y esta es la primera canción que lanza desde la publicación de su último disco “Brujería” (septiembre 2019). Paseándose de un género a otro sin ningún complejo, nos presenta el single “Un Gatito”, un himno inmediato que sirve además como aperitivo de su nuevo álbum, en el que ya está trabajando. El tema habla de querer a alguien con todos sus defectos y todas sus virtudes. Matices retorcidos y ambientes brumosos envuelven la descripción de una persona sin ningún tipo de censura, pero sin perder ni una gota de dulzura. Nos deja estrofas como “Un oasis en el desierto / Un calendario de adviento / Un niño perdido en un aeropuerto / Un día de fiesta y un bar abierto / El caminito que me lleva al huerto / Con la verdad al descubierto”. No se puede decir tanto con tan poco. Una de esas canciones que se te meten en la cabeza y no hay forma de deshacerte de ella.
Co-producida por ALIZZZ y LA BIEN QUERIDA, masterizada por Álex Ferrer, y con la portada diseñada por Mario Rivière (que ya hiciera la de “Brujería”), la canción cuenta además con un estupendo video-clip a cargo de David Vega (RAYDEN, Paula Cendejas, ST. PEDRO, ABHIR, MAKA, Eva Ruiz), en el que, en una especie de reunión de anónimos, cada uno va contando esa experiencia inconfesable, con los interludios marcados por un faro y Ana como la luz que los guía y los ilumina.
Qué placer nos despierta que una de nuestras artistas favoritas se encuentre en semejante estado creativo, y alimente nuestras almas ávidas de música y hermosas palabras. Aquí comienza una nueva etapa, y con LA BIEN QUERIDA nunca sabes muy bien a dónde te va a llevar. ¿Acaso hay algo mejor que una aventura sin destino conocido?