Indienauta [Es]: "Filter" [Review]
The Perfect Kiss, “Filter” (Elefant Records, 2018)
Joe Moore es uno de esos sibaritas del pop que convierte en oro todo lo que toca. Junto a Maddie Doobie, su compañera en The Yearning, no has dejado alguna de las mejores melodías de los últimos años, y ha dado buenas muestras de su gusto exquisito. Ahí tiraba hacia el chamber-pop, la motown o el soul, pero con The Perfect Kiss se va hacia otros caminos. Lo de ponerse el nombre de una de las mejores canciones de New Order ya da una buena pista, pero no se queda ahí. Estamos ante su banda de synth-pop, pero el abanico de influencias es muy amplio. Moore sigue siendo un fanático de las buenas melodías y los buenos estribillos, y en su segundo trabajo como The Perfect Kiss, nos encontramos con sonidos que recuerdan a los Pet Shop Boys, The Human League, los Ladytron más pop o Saint Etienne.
“Filter” se abre con lo que parece ser un pequeño homenaje a Neil Tennant y Chris Lowe. Más que nada porque ha fusilado el principio del dance mix del ‘West End Girls’. Eso sí, ‘Indebted To You’ es una canción mucho más luminosa que el clásico de Pet Shop Boys. Como todo el álbum, donde la delicada voz de Holly Vanags se encarga de dar color a las melodías sintéticas tan sumamente ochenteras. Y es que, si lo vuestro es el pop de los ochenta, aquí os vais a encontrar con verdaderas joyas que beben de esos años. Es el caso de la bonita ‘Glitches’, la cual viene inmediatamente después, o de esa ‘Compete’ tan alegre y popera. Pero para alegría la de ‘Talking To Myself’, ese estupendo single con vídeo piscinero que es de lo más contagioso.
No todo es synth-pop dulzón en este trabajo, también se acercan a otros estilos cercanos. Así, se meten de lleno en una especie de electro juguetón y algo áspero, en ‘Polaroid Dream’, donde parece que se fija en sonidos más americanos. Algo que también ocurre con el tema que da título al álbum, en la que se sacan de la manga una sección rítmica más acorde con los momentos más mainstream de aquella época. Y sí, en la dos también les sale bastante bien.
El segundo trabajo de The Perfect Kiss es un disco de pop sin complejos, en el que su líder tiene muy claro cómo, y a quién, quiere sonar. Y sí, no hay nada nuevo en él, pero se le da tan bien meterse de lleno en la década de los excesos estilísticos, que da absolutamente igual.
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