Select year:
t

19/11/2014

Pop Fástico [Es]: Conversación con Bla



    

 

Conversación con Bla

 

¿Conocéis esa sensación de admirar tanto a alguien que hace que te bloquees cuando le tienes enfrente? A mí me pasó en la frutería de El Corte Inglés.   

 

Había coincidido con Belén y Luís varias veces pero, por vergüenza, siempre había intentado esquivar las conversaciones personales y, así en general, no me había ido tan mal la jugada. Hasta que me encontré de cara con Belén enfrente de los tomates. Tenía que saludar e intentar parecer una persona normal porque no me pareció apropiado el “¡Hola! ¿Qué tal todo? Hablando de todo un poco, 'La falta básica' me parece de los mejores discos de 2013” que había barajado en un primer momento. Así que me pareció bien cambiarlo por un “¿Qué tal?, ¿comprando tomates? Pero si aquí están carísimos”. Y tal que así se inició un pequeño debate sobre la relación calidad/precio de las fruterías del barrio que conseguí zanjar tras tan bochornosa muestra de verborrea nerviosa recomendándole mi frutería de confianza.   

 

Para la entrevista decidí dejarme llevar por mi alma de admirador y adoptar la postura que aquel día tan rápidamente deseché. Sí, la del fan loco. Porque Bla perfectamente podría protagonizar la sección “Grupos que no entiendo por qué no llenan estadios”. Han conseguido perfeccionar lo que me gusta llamar canciones que te hacen sentir como si un puño te oprimiese el corazón, temas melancólicos que parten de un sentimiento o una situación fugaces y los exprimen. “Mira lo que se oye cuando estamos callados” o “Tú fíjate” son claros ejemplos de eso. Luís reconoce que para él es más fácil dar a la melodía ese punto nostálgico: “Siempre de forma natural, también por mis gustos musicales, me voy hacia los tonos menores que llevan más a la melancolía. Estos años componiendo para L-Kan siempre tenía que volver atrás y usar tonos mayores. Entonces Bla para mí fue como sentirme completamente abierto”. Cierto es que en “La falta básica” (Elefant, 2013) tiene mucha más presencia el sintetizador. En “Ni hablar del sol”, que no es ni más ni menos que la “Perezosa y tonta” del S.XXI, nuestro corazón sigue oprimido, pero la disfrutamos y bailamos. ¿El resultado? La mejor canción del disco.     

 

Sorprende especialmente en “Entrenadora de penas” la naturalidad con la que Belén hace un ejercicio de autorreflexión sobre el momento en el que nos fustigamos a nosotros mismos emocionalmente: “Encantadora de penas es...mi interior”. Consigue una letra en la que lo íntimo encaja perfectamente con decir que se vuelve terrorista. “Es como una metáfora perfecta que me encaja. Yo soy súper hipocondríaca, súper obsesiva. Entonces me voy machacando a mí misma. Me parecía que describía lo que pasa”. Yo hubiese atribuido esa metáfora a un intento por no resultar tan directa a la hora de hablar de sus emociones debido a su fama de mujer tímida pero, entre risas, parece sorprenderle: “Yo sí pienso que soy tímida, pero no pensaba que daba esa imagen”.   Desde luego sobre el escenario no la da. Para mí ella y Teresa Iturrioz (Single) son las divas del pop. En su día le pregunté a Teresa si lo sentía así y su respuesta fue la confirmación de que lo era: “Siempre he querido ser una diva del pop”. Obviamente tenía que repetir la fórmula y preguntárselo también a Belén: “Hombre, sí, digo lo mismo: siempre he querido ser una diva del pop. Bueno, te quiero decir, una diva del pop no me considero. Es la gracia que le veo a esto. Me mola estar en el escenario y hablar con la gente. Por eso los primeros conciertos con Bla eran un poco raros. Teníamos tan claro que tenía que ser de otra manera. Ahora ya no lo pienso; yo no. Que tiene que ser diferente sí, es otro grupo, pero no la actitud en el escenario. Es lo que te digo, a mí lo que me va es el rollo diva del pop”.  Porque aunque la gente se sigue empeñando en preguntarles qué es el indie, ellos son POP, en mayúsculas y si por mí fuese también con exclamaciones y sticks luminosos. Etiquetarles dentro del pop sería más difícil, ellos mismos no saben si referirse a sí mismos como tecnopop o pop independiente. Esta ambigüedad la remarca Luís al decir que pop podría ser toda la música. Pero la suya es diferente. No hay más que escuchar “Himno reaccionario” para tenerlo claro. Es un hit instantáneo y tan disfrutable que te dan ganas de saltar sin importar que estés en casa, en uno de sus conciertos o cruzando la calle.         

 

Creadores de hits son desde el nacimiento de L-Kan hace casi 15 años, aunque parece que con los aniversarios musicales pasa como con las relaciones, que no se tiene muy claro si contar el aniversario desde la primera cita, el primer beso o la primera vez que os cogéis de la mano en público. Para él sería el momento en el que se gestó el grupo y para ella el lanzamiento del primer álbum. En cualquier caso parece que coincidirá con un nuevo disco después de aquel lejano, pero eterno, “Somos otra cosa” (Subterfuge, 2007) que incluía la mejor canción pop de la década pasada: “Todo lo que no”. “Tenemos como cinco canciones sin editar y la idea era hacer alguna más y algunas versiones que tenemos y a ver si las editamos”. Más lejano parece un nuevo disco de Bla del que de momento tienen algunas letras.

No tienen prisa; y nosotros tampoco mientras podamos seguir disfrutándoles en directo. La semana pasada resucitaron con L-Kan ¡Qué mutada!, proyecto que allá por 2002 lanzaron junto a La Monja Enana y Aviador Dro. Ya avisaban que iban a hacer la verdadera mutada. “Nosotros nos vamos a volver locos total y vamos a tocar muchas canciones de todos. Ya damos por hecho que va a ser un despropósito”. Me cuesta, pero me veo obligado a decir algo muy seriamente. Debería ser obligatorio ir al menos una vez en la vida a un ¡Qué mutada! Eso fue una fiesta, una reunión y un karaoke. Todo junto.

 

Este sábado 22 actuarán en la primera edición del ZGZ Popfest. Lo único que puedo aportar a título personal sobre ese festival es que al saber de su existencia y ver qué grupos actuaban mi cabeza estalló. Juntar a Doble Pletina, Bla o Sagrado Corazón de Jesús en un mismo festival es un regalo cósmico de navidad. “Es un poco que los grupos vamos porque queremos ir. Hoy por hoy un grupo como Bla que es una cosa pequeña o va porque quiere ir o se extingue y así con muchos grupos. Y nos apetecía ir; el cartel la verdad es que está muy guay”. Lo que se va a vivir este fin de semana no es un festival al uso, va a ser una reunión de gente unida por una misma emoción: vivir y compartir el pop.     

 

En ningún momento conseguí comprender cómo puede ser que vivamos en un mundo en el que Bla es un grupo pequeño. La gente debería tratarles como las estrellas que son y acosarles por la calle obligándoles a salir de casa con pamela y gafas de sol para intentar pasar desapercibidos. Tampoco pude entender por qué le pregunté a Belén si había visitado la frutería que le recomendé en su día. Nunca lo hizo, pero esta vez me llevé su recomendación personal sobre dónde comprar los mejores tomates.     

Conversación con Bla

 

¿Conocéis esa sensación de admirar tanto a alguien que hace que te bloquees cuando le tienes enfrente? A mí me pasó en la frutería de El Corte Inglés.   Había coincidido con Belén y Luís varias veces pero, por vergüenza, siempre había intentado esquivar las conversaciones personales y, así en general, no me había ido tan mal la jugada. Hasta que me encontré de cara con Belén enfrente de los tomates. Tenía que saludar e intentar parecer una persona normal porque no me pareció apropiado el “¡Hola! ¿Qué tal todo? Hablando de todo un poco, 'La falta básica' me parece de los mejores discos de 2013” que había barajado en un primer momento. Así que me pareció bien cambiarlo por un “¿Qué tal?, ¿comprando tomates? Pero si aquí están carísimos”. Y tal que así se inició un pequeño debate sobre la relación calidad/precio de las fruterías del barrio que conseguí zanjar tras tan bochornosa muestra de verborrea nerviosa recomendándole mi frutería de confianza.   Para la entrevista decidí dejarme llevar por mi alma de admirador y adoptar la postura que aquel día tan rápidamente deseché. Sí, la del fan loco. Porque Bla perfectamente podría protagonizar la sección “Grupos que no entiendo por qué no llenan estadios”. Han conseguido perfeccionar lo que me gusta llamar canciones que te hacen sentir como si un puño te oprimiese el corazón, temas melancólicos que parten de un sentimiento o una situación fugaces y los exprimen. “Mira lo que se oye cuando estamos callados” o “Tú fíjate” son claros ejemplos de eso. Luís reconoce que para él es más fácil dar a la melodía ese punto nostálgico: “Siempre de forma natural, también por mis gustos musicales, me voy hacia los tonos menores que llevan más a la melancolía. Estos años componiendo para L-Kan siempre tenía que volver atrás y usar tonos mayores. Entonces Bla para mí fue como sentirme completamente abierto”. Cierto es que en “La falta básica” (Elefant, 2013) tiene mucha más presencia el sintetizador. En “Ni hablar del sol”, que no es ni más ni menos que la “Perezosa y tonta” del S.XXI, nuestro corazón sigue oprimido, pero la disfrutamos y bailamos. ¿El resultado? La mejor canción del disco.     Sorprende especialmente en “Entrenadora de penas” la naturalidad con la que Belén hace un ejercicio de autorreflexión sobre el momento en el que nos fustigamos a nosotros mismos emocionalmente: “Encantadora de penas es...mi interior”. Consigue una letra en la que lo íntimo encaja perfectamente con decir que se vuelve terrorista. “Es como una metáfora perfecta que me encaja. Yo soy súper hipocondríaca, súper obsesiva. Entonces me voy machacando a mí misma. Me parecía que describía lo que pasa”. Yo hubiese atribuido esa metáfora a un intento por no resultar tan directa a la hora de hablar de sus emociones debido a su fama de mujer tímida pero, entre risas, parece sorprenderle: “Yo sí pienso que soy tímida, pero no pensaba que daba esa imagen”.   Desde luego sobre el escenario no la da. Para mí ella y Teresa Iturrioz (Single) son las divas del pop. En su día le pregunté a Teresa si lo sentía así y su respuesta fue la confirmación de que lo era: “Siempre he querido ser una diva del pop”. Obviamente tenía que repetir la fórmula y preguntárselo también a Belén: “Hombre, sí, digo lo mismo: siempre he querido ser una diva del pop. Bueno, te quiero decir, una diva del pop no me considero. Es la gracia que le veo a esto. Me mola estar en el escenario y hablar con la gente. Por eso los primeros conciertos con Bla eran un poco raros. Teníamos tan claro que tenía que ser de otra manera. Ahora ya no lo pienso; yo no. Que tiene que ser diferente sí, es otro grupo, pero no la actitud en el escenario. Es lo que te digo, a mí lo que me va es el rollo diva del pop”.   Porque aunque la gente se sigue empeñando en preguntarles qué es el indie, ellos son POP, en mayúsculas y si por mí fuese también con exclamaciones y sticks luminosos. Etiquetarles dentro del pop sería más difícil, ellos mismos no saben si referirse a sí mismos como tecnopop o pop independiente. Esta ambigüedad la remarca Luís al decir que pop podría ser toda la música. Pero la suya es diferente. No hay más que escuchar “Himno reaccionario” para tenerlo claro. Es un hit instantáneo y tan disfrutable que te dan ganas de saltar sin importar que estés en casa, en uno de sus conciertos o cruzando la calle.         Creadores de hits son desde el nacimiento de L-Kan hace casi 15 años, aunque parece que con los aniversarios musicales pasa como con las relaciones, que no se tiene muy claro si contar el aniversario desde la primera cita, el primer beso o la primera vez que os cogéis de la mano en público. Para él sería el momento en el que se gestó el grupo y para ella el lanzamiento del primer álbum. En cualquier caso parece que coincidirá con un nuevo disco después de aquel lejano, pero eterno, “Somos otra cosa” (Subterfuge, 2007) que incluía la mejor canción pop de la década pasada: “Todo lo que no”. “Tenemos como cinco canciones sin editar y la idea era hacer alguna más y algunas versiones que tenemos y a ver si las editamos”. Más lejano parece un nuevo disco de Bla del que de momento tienen algunas letras.

No tienen prisa; y nosotros tampoco mientras podamos seguir disfrutándoles en directo. La semana pasada resucitaron con L-Kan ¡Qué mutada!, proyecto que allá por 2002 lanzaron junto a La Monja Enana y Aviador Dro. Ya avisaban que iban a hacer la verdadera mutada. “Nosotros nos vamos a volver locos total y vamos a tocar muchas canciones de todos. Ya damos por hecho que va a ser un despropósito”. Me cuesta, pero me veo obligado a decir algo muy seriamente. Debería ser obligatorio ir al menos una vez en la vida a un ¡Qué mutada! Eso fue una fiesta, una reunión y un karaoke. Todo junto.
Este sábado 22 actuarán en la primera edición del ZGZ Popfest. Lo único que puedo aportar a título personal sobre ese festival es que al saber de su existencia y ver qué grupos actuaban mi cabeza estalló. Juntar a Doble Pletina, Bla o Sagrado Corazón de Jesús en un mismo festival es un regalo cósmico de navidad. “Es un poco que los grupos vamos porque queremos ir. Hoy por hoy un grupo como Bla que es una cosa pequeña o va porque quiere ir o se extingue y así con muchos grupos. Y nos apetecía ir; el cartel la verdad es que está muy guay”. Lo que se va a vivir este fin de semana no es un festival al uso, va a ser una reunión de gente unida por una misma emoción: vivir y compartir el pop.     En ningún momento conseguí comprender cómo puede ser que vivamos en un mundo en el que Bla es un grupo pequeño. La gente debería tratarles como las estrellas que son y acosarles por la calle obligándoles a salir de casa con pamela y gafas de sol para intentar pasar desapercibidos. Tampoco pude entender por qué le pregunté a Belén si había visitado la frutería que le recomendé en su día. Nunca lo hizo, pero esta vez me llevé su recomendación personal sobre dónde comprar los mejores tomates.  


 


 

 

 

 

 

 

 

 

This website uses owner and from others cookies to improve ours services

If you continue visiting the site, we think you accept the use of them.
You can get more information into Cookies Policy.

Accept