Os presentamos un disco excepcional: el debut en solitario de Ibon Errazkin, conocido hasta el momento por haber sido el guitarrista y compositor del grupo donostiarra LE MANS. Ibon empezó su carrera en AVENTURAS DE KIRLIAN, grupo mítico de la escena independiente española. Su álbum homónimo, editado en 1989, resultó uno de los discos más influyentes de los últimas décadas: su huella aún puede detectarse en muchos de los nuevos grupos de pop españoles.
Posteriormente el grupo cambiaría su nombre por el de LE MANS, comenzando en 1993 una larga trayectoria que dio como fruto cuatro sensacionales álbumes: “Le Mans” (1993), “Entresemana” (1994), “Saudade” (1996) y “Aquí vivía yo” (1998); discos en los que la coherencia y el buen gusto eran las notas predominantes. En la música de LE MANS -acústica, relajada- se podían rastrear influencias de jazz, música brasileña y elegancia a raudales, en un momento en el que estos ingredientes no eran moneda de uso corriente en la música pop. Pero lo que destacaba en LE MANS era su capacidad para crear algo nuevo a partir de esas influencias, consiguiendo siempre no ser un mero remedo de sus héroes musicales. También fueron pioneros en el arte de la música de baile y las remezclas, editando en 1995 el mini-álbum “Zerbina”, si bien el grueso de su carrera estuvo más bien decantada al pop acústico, siempre con la guitarra de Ibon como eje principal.
El grupo se separó en 1998, en el momento en que el nombre de LE MANS se había convertido en una referencia ineludible para todos los aficionados al pop de los noventa, tanto en España como en el resto del mundo: los álbumes de LE MANS se editaron también en Japón y Estados Unidos, obteniendo críticas superlativas y convirtiéndose en probablemente uno de los grupos españoles más conocidos y respetados fuera de nuestras fronteras.
Si bien LE MANS fue el principal proyecto de Ibon Errazkin durante toda la década de los noventa, no podemos dejar de reseñar otras de sus múltiples actividades: entre 1990 y 1996 lideró DAILY PLANET, proyecto instrumental con fuertes querencias por el sonido frágil de grupos como FELT o ORANGE JUICE, que quedaron plasmadas en un álbum (“Romance”) y varios singles. También forma parte -junto a Javi Pez (PARAFÜNK)- de INSTRÜMENTAL, proyecto más orientado a la música de baile. Asímismo, Ibon publicó una canción (“Expo Tenerife”) en el prestigioso recopilatorio “Songs for the jet set” de Mike Alway, bajo el nombre de SOUTHAMERICAN GETAWAY.
Junto a Javier Corcobado y Ana D produjo el debut de esta última: “Satélite 99” (1997), en el que también colaboró como músico y compositor, y de hecho su guitarra está muy presente durante todo el álbum. Como guitarrista, Ibon acompañó a Ana D en una gira por Estados Unidos que tuvo lugar en Octubre de 1999. Por último, reseñar que Ibon producirá el próximo album de Carlos Berlanga, con el que ya colaboró en 1998 produciendo dos cortes del CD-single “La cajera”.
Todos estos trabajos podrían indicar en parte la dirección tomada por Ibon Errazkin en este primer trabajo en solitario; pero todo el que haya seguido con un mínimo de atención la carrera de Ibon habrá observado un gusto por evolucionar y sorprender, por experimentar y buscar nuevas vías de expresión para sus inquietudes musicales; por lo que no debería sorprender a nadie que el sonido de este disco sea notablemente diferente a todo lo realizado anteriormente por su autor, incluído LE MANS.
En “Ibon Errazkin” apenas hay sitio para el de pop, y en su lugar encontramos un exuberante cóctel de influencias, tan inusual como apetitoso: reggae, country, rock, folk, jazz, incluso hip hop... pero que nadie espere encontrar clichés o estereotipos relacionados con dichos estilos musicales: aquí todo es bastante más sutil. Todas estas etiquetas no dejan de ser simples puntos de partida para crear nuevos sonidos e incluso nuevos géneros. Las canciones de este disco se caracterizan por imprevisibles y sorprendentes desarrollos instrumentales: cada tema es un pequeño microcosmos lleno de recovecos y pasajes, de arreglos deslumbrantes que sorprenden a la primera escucha y embelesan a las siguientes.
En este viaje Ibon estuvo bien acompañado: por la guitarra de Murky, la batería y la armónica de Guillermo Monje (ambos de PATRULLERO MANCUSO); por el bajo y los pedales doo-rag de Olaf Ladousse (SOLEX) y por el piano y el moog de ese alquimista sonoro que responde al nombre de Antonio Galvañ (PARADE). Sin olvidarnos de la trompeta de Luis Miguel Congosto y el trombón de Javier Leal, omnipresentes a lo largo del disco, dando forma y calidez a los imaginativos arreglos de Ibon. También hay sitio para sutiles samples, tan variados e imprevisibles como la discoteca de Ibon: de JEFFERSON AIRPLANE a Charlie Mingus, de Bowie a SHOP ASSISTANTS. Piezas que encajan perfectamente en el puzzle final, sin calzador ni estridencias.
El disco lo componen seis temas escritos por Ibon: “Ramadán”, “Verano en la villa”, “Fiesta”, “Fanfarre”, “Madrid rock” y “Esplín”. También se incluyen dos versiones, recreaciones libres con respecto a los originales: “Vitamin A” y “Nu creative love”. La primera es un tema de Baba Brooks (trompetista de SKATALITES) que acaba derivando en “Silver Dollar” de Tommy Mc Cook (saxofonista de SKATALITES). Por su parte, “Nu creative love” es un tema de Don Cherry (de su álbum “Symphony for improvisers”) y gira en torno a un precioso motivo de guitarra sobre el que se van deslizando suavemente todos los demás instrumentos: siete minutos de placer sonoro que son el broche perfecto para el álbum.
“Ibon Errazkin” no es un disco fácil de catalogar en ningún estilo concreto, pero si que es un auténtico gozo para los sentidos perderse en sus canciones; sin duda uno de los discos más inteligentes, preciosistas e inclasificables que podrás escuchar este año. Un disco que hará historia.