Sus primeras canciones anunciaban algo especial: dos artistas pluridisciplinares, en el concepto más amplio de la palabra, que escriben canciones traídas de mil sitios y de ninguno y que hacen escuchar su voz. “No Hay Un Dios” era un gran trabajo, una colección de canciones que les ha servido para desarrollar una forma abierta de entender la música con muchos terrenos por explorar. Las colaboraciones con …
Sus primeras canciones anunciaban algo especial: dos artistas pluridisciplinares, en el concepto más amplio de la palabra, que escriben canciones traídas de mil sitios y de ninguno y que hacen escuchar su voz. “No Hay Un Dios” era un gran trabajo, una colección de canciones que les ha servido para desarrollar una forma abierta de entender la música con muchos terrenos por explorar. Las colaboraciones con Rigoberta Bandini, GINEBRAS o Kiko Veneno lo confirman: los artistas consagrados encuentran en ellas frescura e inspiración. “No Tocar”, el nuevo single de PIPIOLAS, lo reafirma y sube la apuesta. Otro hit, otra composición de alto voltaje, valiente, osada e intrépida, con la producción de Vau Boy y la masterización de Xavier Alarcón.
Y, si antes cantaban, bailaban, actuaban y componían, ahora añaden un vértice más a la ecuación: Paula ha dirigido el videoclip de la canción, que se ha grabado íntegramente en las salas del Museo del Romanticismo de Madrid. El vídeo representa, precisamente, a dos mujeres románticas que se han perdido en el Romanticismo y quedan convertidas en una pieza más de un museo en el que nada se puede tocar. “Una vuelta a los ochenta, con el carácter irreverente de las divas de la época, para reclamar que nadie nos toque, que nadie nos mire, pero que todos nos escuchen”. Para la ocasión han contado con la colaboración como director de fotografía de Joel Burgès, quien comenzó tomando instantáneas en su bar musical y ha acabado como director y director de fotografía haciendo colaboraciones con Amaia, MORAD, DELLAFUENTE o Bad Gyal, así como firmando proyectos para Nike, Damm, Reebok, Zara o Mango.
Los que las seguís en redes sabéis que Paula y Adriana viven la cultura y el arte con intensidad y devoción, y su perfil tan diverso, variado, combativo y lleno de energía no es nada habitual. Esto va muy en serio. No tocar. Escuchar.