Ya lo tenemos aquí. “pasadas de moda” es el segundo disco del proyecto “Segundos Minutos Horas Días” de PUTOCHINOMARICÓN, una propuesta que cuestiona la naturaleza, la estética y el consumo de la música en una era en la que todo es fugaz y no existe la reflexión. Es una crítica a la forma de escuchar música actualmente, que se ha desplazado hacia la efímera interacción en redes o a las platafo…
Ya lo tenemos aquí. “pasadas de moda” es el segundo disco del proyecto “Segundos Minutos Horas Días” de PUTOCHINOMARICÓN, una propuesta que cuestiona la naturaleza, la estética y el consumo de la música en una era en la que todo es fugaz y no existe la reflexión. Es una crítica a la forma de escuchar música actualmente, que se ha desplazado hacia la efímera interacción en redes o a las plataformas de streaming más que al disfrute genuino del formato físico. Un álbum imaginario de un artista, dadá, hijo del nepotismo, un personaje que sirve como vehículo para criticar al artista como creador de contenido, como mansa mascota que busca agradar en vez de desafiar. Y, al mismo tiempo, es una oportunidad para revisar algunos de los movimientos musicales de principios de siglo, como el blog house, el indie sleaze o el electroclash, pero no como ejercicio de nostalgia, sino como la actualización clave de un sonido, criticando el elitismo y la exclusividad. Esto provoca un giro sorprendente en el sonido de Chenta, que se vuelve más accesible, puro, menos recargado y hace que el disco potencie su espíritu más pop, pasando por la batidora nombres como LE TIGRE, TINGS TINGS, FISCHERSPOONER, MISS KITTIN’, TIGA y muchos más.
Preparaos para bailar porque, a pesar de que los temas apenas pasan de los dos minutos (algunos ni eso), no hay un segundo de descanso. El que da nombre al disco comienza dejando claro que aquí no se toman rehenes: “Juguete roto de mierda / De ti ya nadie se acuerda / Te leñaron las pesetas / ¿Ahora qué más te queda?”. Y, tras escuchar a Chenta decir “Joder, qué mal suena”, empieza “mamá, quiero ser viral”, una canción en la que el nepotista queda ridiculizado e infantilizado a golpe de un bombo fulminante, arreglos electro y frases como “Qué rollo, qué rollo, ¿qué lloro y monto un pollo? / No quiero una vida de trabajo, casa y novio”, que evidencian el famoso mito de Andy Warhol de los “quince minutos de fama”, que aquí se quedan en quince segundos en TikTok. Ya disfrutamos el avance “soy un idiota” a ritmo de blog house, en el que Chenta cuela ese momento de sinceridad entre olas de cinismo cuando dice “Tengo miedo a ser feliz”; “arthoe”, que también fue uno de los avances del disco, es una crítica al artista elitista y vacío además de un homenaje maravilloso al “Art Bitch” de CSS; “bla bla bla” vuelve al blog house y con él sigue cortando cabezas, en este caso las de los charlatanes que confunden la sabiduría con una autoridad moral o la memorización con los mensajes vacíos; “tu padre es un facha y tu madre una terf” es punk ramoniano, pogo loco, un minuto veintinueve de headbanging, es un himno totalmente alocado en el que lo acompañan Iñaki Mendoza a la guitarra y Fabiana Giménez Barraz a la batería. A estas alturas ya no nos queda aliento.
Pero seguimos con canciones que esconden frases propias de himnos. Retrato de ese adalid de la corrección formalista, fascista y prejuiciosa es “la rae (me la trae)”. Qué barbaridad. “Qué bien hablas español / Qué bien hablas español / No pronuncias bien la erre, pero hablas bien cabrón”. Y el disco se cierra por todo lo alto con “pero”, una canción que trasciende todo lo explicado hasta ahora, que da en el centro de la flotación de las ideas sexistas, racistas y machistas a golpe de house y rozando el digicore. Es una reflexión sobre la manera en la que la gente se autoexcusa, huye de sus responsabilidades con los derechos humanos y evidencia con bochornosa estupidez su ignorancia y sus prejuicios: “No soy racista / No soy machista / No soy clasista / Ni capacitista / No soy especista / No soy sexista / No soy edadista / ... Pero”. Esta composición del año 2020 cuenta con la colaboración de LOBSTA B y cierra un álbum que, según palabras del propio Chenta, “busca una producción más directa en respuesta a una sociedad que exige constantemente a los artistas, quienes ahora no sólo deben crear, sino también curar sus trabajos. Esta simplificación tiene como objetivo regresar a la esencia del pop: música diseñada para bailar, disfrutar y ser ligera en su máxima expresión”. ¿Por eso disfrutamos tanto de “pasadas de moda”? ¿Estamos metidos de lleno en ese hedonismo vacío? ¿Es este disco una trampa dulce? La cabeza nos da vueltas. Son los efectos secundarios de una exposición intensa al universo de PUTOCHINOMARICÓN. Y en este álbum, Ignacio Redard, compañero de viaje inseparable de Chenta, coproduce la canción “tu padre es un facha y tu madre una terf”, además de mezclar y masterizar todo el disco de manera ejemplar.
Este Álbum sólo está disponible en formato digital