Edición Limitada de 1000 copias en Vinilo Blanco **El vinilo incluye una descarga digital gratuita en MP3 [320 kbps]
Parecía imposible, pero lo han superado. “Loveless Unbeliever” vio más de medio mundo, apareció en cientos de listas a lo mejor del año, fue mencionado y recopilado por algunos de los medios y personajes más prestigiosos del mundo de la música y la cultura en general. Hasta cuatro s…
Edición Limitada de 1000 copias en Vinilo Blanco **El vinilo incluye una descarga digital gratuita en MP3 [320 kbps]
Parecía imposible, pero lo han superado. “Loveless Unbeliever” vio más de medio mundo, apareció en cientos de listas a lo mejor del año, fue mencionado y recopilado por algunos de los medios y personajes más prestigiosos del mundo de la música y la cultura en general. Hasta cuatro singles salieron de entre sus composiciones. Giraron alrededor del planeta y recogieron éxito allí donde pisaron. Y ahora llega su nuevo disco y nos dejan totalmente anonadados. “Reading Too Much Into Things Like Everything” es una versión mejor de THE SCHOOL. Los arreglos son si cabe más delicados, más elegantes, las emociones, erizan suavemente los cabellos y su vitalidad y frescura sigue intacta como en su primer single.
Porque Liz y los suyos son capaces de firmar composiciones como “Where Does Your Heart Belong”, que luciría con fuerza propia en un recopilatorio de los mejores temas de THE RONETTES o THE SUPREMES. Abren con un tema como “What's Just Begun”, que Brian Wilson y Burt Bacharach aplaudirían unánimemente. Stuart Murdoch está pensando que tiene que volver a hacer canciones como “It's Not The Same” o “Never Thought I'd See The Day”. Los RAMONES no pueden dejar de bailar al ritmo de “Why Do You Have To Break My Heart Again”. Jack Nietzsche y ABBA se abrazan mientras se acuerdan de la primera vez que se enamoró cuando oye “Baby Won't You Stay With Me Tonight”. Y todo ello sin que en ningún momento se pierda la noción de que es a Liz y a los suyos a quien estamos disfrutando. Porque así es lo nuevo de THE SCHOOL: clasicismo bien asimilado, para volcarlo sobre una colección de canciones impecables, casi nos atrevemos a afirmar que irrepetibles.
Pero lo más importante de este disco es que consigue alcanzar una magia inexplicable, esa que tan solo poseen los grandes discos, que trasciende las canciones pluscuamperfectas y que viene capitaneada por el azar de las emociones. Una magia que tan solo una alteración en el orden de las canciones podría haber roto, que un arreglo fuera de su sitio hubiera quebrantado. Y en este punto no podemos más que alabar la labor a los mandos de la nave de David Wrench (BRITISH SEA POWER, Euros Childs, BAT FOR LASHES, Beth Orton, James Yorkston, FANFARLO, CARIBOU, EVERYTHING EVERYTHING, HERMAN DÜNE). Pero ahí está todo, meciéndonos tema a tema, desde la ensoñación inicial que lanza la mencionada “What's Just Begun”, la energía y vitalidad que se desprenden a lo largo del minutaje, con pequeños mordiscos de amargura como “It's Not The Same”, ese adiós melancólico que se funde con el fade-out de “Baby Won't You Stay With Me Tonight” y ese final feliz, “You Make Me Hear Music” más ensoñador si cabe que al principio, lleno de esperanza y que recrea la belleza como solo lo puede hacer una persona perdidamente enamorada: “Haces que suene la música en mi cabeza”.
Sabemos que es difícilmente explicable, por lo que lo único que podemos hacer es emplazaros a que escuchéis este disco maravilloso, y desearos que podáis sentir lo mismo que nosotros. Gracias Liz. Gracias THE SCHOOL.