Tener que hablar sobre un puñado de canciones con las que hasta el momento se ha tenido algo que ver y se espera seguir teniéndolo a medida que pasen los días; porque se haga promoción, se ejecuten (en el mejor sentido de la palabra) en directo, se tarareen inconscientemente en el trabajo, sobre la almohada o en una de tantas furgonetas que forman parte de nuestras vidas de fin de semana, se vuelve un…
Tener que hablar sobre un puñado de canciones con las que hasta el momento se ha tenido algo que ver y se espera seguir teniéndolo a medida que pasen los días; porque se haga promoción, se ejecuten (en el mejor sentido de la palabra) en directo, se tarareen inconscientemente en el trabajo, sobre la almohada o en una de tantas furgonetas que forman parte de nuestras vidas de fin de semana, se vuelve una tarea tan ardua como apetecible. ¿Cómo lograr ser algo objetiva en esta empresa sin que pueda dar la impresión de estar practicando el más feroz onanismo (con mucho respeto a una práctica tan saludable)? Una de las posibilidades es adoptando por momentos el papel de fan, esas personas sorprendentes que nos acompañan en cuerpo y alma, a veces sólo con lo segundo, a los conciertos o en cada paso musical que damos. Realmente admiramos la capacidad de admiración que tienen los fans, gracias a ellos/as somos más capaces de descubrirnos a nosotras mismas y seguir componiendo temas, se fijan en cosas de las que ni siquiera nosotras podemos percatarnos y con sus apreciaciones y apoyo incondicional retroalimentan todo el ciclo de producción artística del que formamos parte. Me parecía necesario glosar esta figura.
Pues si ejerzo durante unos minutos de fan de Nosoträsh puedo comenzar contando que en este E.P. , a parte de las escenas cotidianas de supervivencia emocional que evoca la canción que le da nombre a "Gloria" y de esa definición sentimental que yo misma asumo bajo el seudónimo-canción de “Corazon-Colilla”, ambas sostenidas por vitalistas ritmos Errazkianos, se encuentra "Saeta Doble". Este tema, a parte de hacer las veces de homenaje a nuestras queridas VAINICA DOBLE incluye la colaboración del genial Fernando Alfaro, quien por unos segundos cambia de piel para cantar lo que podría llegar a ser una réplica a algunos de sus textos, junto con Natalia. La letra de "Saeta Doble" es todo un quejido pop, poesía amarga que Beatriz rima para advertir de su hastío a ese "Capitán con tanto cuento" que saca de ella lo mejor y lo peor de su alma de bucanera. Y es que tanta ventolera y temporal le hacen a una sentirse como "Perdida", título del segundo nuevo popema, juego de sampleados Jazz y tarareos propios de una mujer fatal que entre copa y copa muestra su vulnerabilidad en una de las numerosas fiestas a las que acude para no sentirse tan sola. El momento de la reflexión tranquila, tras la tormenta, llega con los tintes post-folk-rock de "Para Qué Pensar" y de la pluma de Natalia y su honda nostalgia de otra vida, menos mal que las heridas ya van cicatrizando. Y al final de esta batalla de afectos y pasiones, como ya es habitual en la banda, llegamos a reencontrarnos con NOSOTRÄSH, nos consolamos con caricias acústicas y seguimos caminando con algo más de seguridad, no necesariamente porque alguien nos pida perdón ni nos dé la razón, "Porque Total..."
No he hablado de Montse Álvarez, quien escribió "Tanga", uno de los popemas más pegadizos y bonitos de la última hornada, quién contempla con tranquilidad desde alguno de tantos puertos marinos las múltiples formas que adopta el amor. Dicho tema tendréis que buscarlo entre los muchos recopilatorios que se publicarán a lo largo de este año, tan sólo podrá disfrutar de él el mejor postor.
Aprovecho para dar las gracias de parte de toda la banda a las personas que han colaborado en este E.P., esta vez le ha correspondido como diría Julio Ruiz, al equipo madrileño, aunque hace tiempo que NOSOTRÄSH lo conforma un equipo infinito y divino.