Por fin está aquí. El trono ya está ocupado. Durante años, todos los fans del mejor pop esperaban con ahínco ese grupo que ocupase el espacio que había entre THE PIPETTES, LUCKY SOUL y BELLE & SEBASTIAN, herederos del mejor pop de los años sesenta (THE SHIRELLES, THE RONETTES, THE SUPREMES...) y del mejor pop escocés (CAMERA OBSCURA, BMX BANDITS...). Pero por fin está aquí, “Loveless Unbeliever”…
Por fin está aquí. El trono ya está ocupado. Durante años, todos los fans del mejor pop esperaban con ahínco ese grupo que ocupase el espacio que había entre THE PIPETTES, LUCKY SOUL y BELLE & SEBASTIAN, herederos del mejor pop de los años sesenta (THE SHIRELLES, THE RONETTES, THE SUPREMES...) y del mejor pop escocés (CAMERA OBSCURA, BMX BANDITS...). Pero por fin está aquí, “Loveless Unbeliever”, el disco de debut de THE SCHOOL. Y es que la banda de Cardiff, tras los singles “Let it slip” y “All I Wanna Do”, con los que han conquistado a la crítica y el público de medio mundo, además de crear unas inusitadas expectactivas, han demostrado ser la perfecta punta de lanza de un sonido al que hoy todavía se le rinde profunda pleitesía. De nuevo con la producción de Ian Catt (SAINT ETIENNE, TREMBLING BLUE STARS, THE FIELD MICE, SHAMPOO, THE BOO RADLEYS…) certifican su increíble habilidad con las melodías y los arreglos, firmando un álbum con más trufas que un campo de carrascas, donde joyas como “Valentine”, “Is he really coming home”, “I want you back” o “Hoping and praying” se presentan como incontestables candidatas a permanecer de manera perenne en nuestros reproductores musicales.