COOPER es el nuevo proyecto en solitario de Alejandro Díez. Su nombre ya es parte de la historia del mejor pop español de todos los tiempos, gracias a su anterior banda LOS FLECHAZOS. Ellos fueron el grupo mod español por antonomasia, consiguiendo además abrirse camino fuera de nuestras fronteras, editando discos en países como Alemania y Japón, y tocando en directo con asiduidad en el extranjero. Por s…
COOPER es el nuevo proyecto en solitario de Alejandro Díez. Su nombre ya es parte de la historia del mejor pop español de todos los tiempos, gracias a su anterior banda LOS FLECHAZOS. Ellos fueron el grupo mod español por antonomasia, consiguiendo además abrirse camino fuera de nuestras fronteras, editando discos en países como Alemania y Japón, y tocando en directo con asiduidad en el extranjero. Por si esto fuese poco, las ventas de sus discos en España eran más que aceptables, prueba de que que sus canciones trascendían escenas y movimientos para acabar llegando a muchos fans del mejor pop sin más, sin etiquetas. Y es que no podía ser de otra forma, ya que temas como “La chica de Mel”, “Cansado”, “Viviendo en la era pop” o “A toda velocidad” (por citar sólo algunos de sus hits) eran tan inmediatos, accesibles y rotundos que podían encandilar a cualquiera. Y así fue. Sin duda LOS FLECHAZOS hicieron época.
Tras más de una década de incansable actividad, discos y giras, LOS FLECHAZOS decidieron poner punto y final a su trayectoria en 1998, concretamente en su actuación en el Festival mod “Purple Weekend” de León (festival organizado por ellos mismos). Elefant Records publicó los dos últimos discos del grupo (“Alta fidelidad” y “Días grises”) y ahora se enorgullece de publicar el primer álbum de COOPER.
Alejandro vuelve con energías renovadas y un buen puñado de excelentes canciones que pretender marcar una clara diferencia con su trayectoria anterior: si bien el sonido de COOPER sigue fuertemente enraizado en la mejor tradición del pop de los sesenta, COOPER no pretende ser una continuación de LOS FLECHAZOS, ni siquiera ser un grupo al uso. Es tan sólo el vehículo necesario para que Alejandro de rienda suelta a una personalidad y un talento únicos e intransferibles. Aunque el nombre de su nuevo proyecto es un guiño al Gary Cooper de “Sólo ante el peligro”, en esta grabación Alex contó con la ayuda de Carlos Torero (propietario de los estudios Rock Soul, donde se grabó gran parte de este álbum) a la batería, Mc Cartney (ex SEX MUSEUM) al bajo y Mario Álvarez (POPELS) a la guitarra.
Hechas las presentaciones, que nadie espere un giro estilístico excesivamente pronunciado. Cualquier fan de LOS FLECHAZOS reconocerá inmediatamente quien se esconde detrás de cualquier corte de “Fonorama”, puesto que el estilo compositivo y la voz de Alejandro son completamente inconfundibles. Lo que ocurre es que, fuera ya de los corsés estilísticos que le imponían LOS FLECHAZOS, Alejandro ha tenido en esta ocasión la oportunidad de probar nuevas formas de vestir sus canciones: arreglos de cuerda (“Es tarde”) o incluso un sampler (“El rascacielos”).
Las guitarras suenan mucho más presentes, en la onda de los actuales grupos brit-pop que son tan del agrado de nuestro protagonista; por otra parte, el órgano Hammond de Elena -elemento onmipresente en las grabaciones de LOS FLECHAZOS- está aquí notablemente ausente. En resumen, COOPER no son LOS FLECHAZOS, pero COOPER es Alejandro al cien por cien.
Los textos de las canciones también llevan el inconfundible sello de su autor, si bien hay un poso de madurez, de serenidad y de tristeza en todas ellas. Apenas hay rastro de aquellas trepidantes odas a la adolescencia, a la cultura mod, a fiestas rebosantes de soul y rhythm & blues; aquí el tono general es mucho más maduro y reposado, describiendo fielmente cómo los sueños se dan de bruces con la realidad: “Lo que yo daría por volver a ver las calles ardiendo mientras tiembla la ciudad bajo mis pies. Todavía siento la electricidad pero los inviernos cada vez me pesan más” (“Diciembre”).
“La realidad asoma sin que me de cuenta y me quiere convencer de que siempre estuvo aquí cuando yo perdía la cabeza” (“En el parque”).
Aunque también hay momentos rabiosamente vitalistas, como “Tecnicolor”: una perfecta descripción de lo excitante que puede llegar a ser girar el dial de tu radio y descubrir nuevos sonidos: “Mil descargas de electricidad sueltan chispas en tu receptor y la radio inunda la ciudad con sonidos en tecnicolor... Por las ondas vuela una canción y ya nada puede ser mejor”
O demostraciones de un talento y una sensibilidad excepcionales a la hora de ponerle música y palabras a los sentimientos más delicados sin caer en lo meloso: “Por verte junto a mí capaz soy de beber todo el océano de golpe. Destrozaría tu celda de coral por uno sólo de tus mil besos de sal” (“Imposible”)
“Fonorama” es un nuevo capítulo de las andanzas de uno de nuestros mejores compositores e intérpretes de pop, al que algunos ya daban por perdido tras un periodo de silencio que se empezaba a hacer demasiado largo. Pero COOPER -o lo que es lo mismo AlejandroDíez- está de vuelta, tan inspirado y brillante como siempre.