La Bien Querida cuelga la falda folk

La Bien Querida no ha dejado nunca indiferente a nadie. Desde el pelotazo de su maqueta en 2007 (que le valió el premio a mejor maqueta del año por la revista Mondo Sonoro), pasando por sus discos Romancero (2009) y Fiesta (2011), Ana Fernández Villaverde y David Rodríguez (BEEF, La Estrella de David), han ido afianzándose en el panorama musical español con un sonido propio y muy particular que mezcla folklore con poéticas y desgarradas letras llenas de amor y celos, la voz cadente de Ana y las cuidadas melodías como sello personal.

El 5 de Noviembre presentaban nuevo trabajo, Ceremonia (Elefant Recods 2012) un disco que rompe con el sonido más naif de los anteriores y que se ha impregnado de una sonoridad más oscura y de ritmos electrónicos. Ya anunciaban cambios desde antes de publicarlo. Y yo, como fan declarada, esperaba ansiosa (y con cierta inquietud, he de reconocer).

Ceremonia no ha perdido el alma de canción tradicional de sus antecesores, pero le han dado una vuelta de tuerca más a las melodías y las han llenado de atmósferas oscuras, post punk, Krautrock y sintetizadores. Y sí amigos, sigue sonando muy bien. Y sigue sonando muy Bien Querida.

Este disco es la evolución natural de un dúo que disfruta explorando sonidos diferentes y que ha demostrado no tenerle miedo a la investigación musical. La producción de Sergio Pérez (Pegasvs), ha sido determinante para el nuevo rumbo que parecen haber tomado con Ceremonia, más cercana a sonidos de los 70. Influencias de New Order (el nombre del disco en sí ya parece un homenaje a Ceremony, la primera canción de los de Manchester) son evidentes en temas como la deliciosa A veces ni eso, uno de los más pegadizas de todo el álbum, o Los Picos de Europa. No pierden, sin embargo, ese gusto por la revisión del flamenco más tradicional, ese que nos recuerda a Los Planetas, en canciones como Aurora yHechicera. Es un disco ecléctico en sonidos que mantiene la unidad en la preciosa voz de Ana y en su especial forma de contarnos, y cantarnos las cosas.

Ceremonia es arriesgado e innovador. La Bien Querida podría haber continuado en una línea más cómoda, manteniéndose en un sonido y un formato que les había funcionado muy bien, pero parece que han preferido seguir divirtiéndose y probando cosas nuevas. Y nosotros se lo agradecemos. Y por eso no podemos más que quererla, mucho y bien.