El Mundo [Es]: Pop para ahorrarse el psiquiatra [Entrevista]
Pop para ahorrarse el psiquiatra
Hay un nuevo grupo de bolsillo al que seguir. Integrado por dos hermanos de El Prat de Llobregat, Tronco se autodefine como una «banda de punk y canción protesta» que ensaya en su propia casa y se debate entre el romanticismo y el feminismo. Nacho Vegas y Lorena Álvarez son admiradores de una banda atípica y sorprendente a la que produjo sus dos primeros temas el héroe indie local Pigmy. Tronco debuta en Elefant Records con Abducida por formar una pareja, once canciones de pop, lo-fi y antifolk -al modo de los Moldy Peaches de Adam Green- compuestas para ahorrarse el psiquiatra. Comparados por su discográfica con las primeras canciones de The Carousel, TV Personalities, Fat Tulips, Puré, Aventuras de Kirlian o Klaus & Kinski, Fermín (guitarra y voces) y Conxita Herrero (voz) se miran con complicidad antes de aclarar que lo que a ellos les gusta es «Lorena Álvarez, El Kanka, Albert Pla, El Niño Hipoteca, Martirio, Juan Wouters, COSMO K, Estopa, Antonio Machín, Juan Luis Guerra, las habaneras y el heavy metal en el pasado». Sentados ante unas cervezas en la terraza del Artesà de El Prat, los Herrero Delfa recuerdan que iban a llamarse Conxita y Fermín en honor a sus amigos Elías e Ignacio pero -en una tormenta de ideas con amigos- se impuso Tronco porque ella utiliza mucho esa expresión desde que estudió Bellas Artes en Madrid. El disco, 22 minutos de estribillos adictivos, fue grabado en la madriguera de Hi Jauh, en Poblenou, a las órdenes de Eloy Bernal (músico de Neleonard, Gúdar e Hibernales), que puso en orden las piezas de un sugerente puzle y añadió arreglos. El resultado, algo mágico, parecido a un diario hablado, gotea realismo y costumbrismo. «Son cosas que me pasan y que cuento como si hablara con otra persona», explica Conxita, autora de fanzines, ilustraciones y cómics como Gran Bola de Helado.
Dicen que las peleas de estos hermanos son épicas. Fermín (17 años) las sufre «desde el racionalismo y un estilo pasota y zen», mientras que Conxita (24) suele protagonizarlas a base de desenfrenados arrebatos de energía y pasión, «como en un descontrolado cuadro de Pollock». Cuentan que en estas semanas en las que el tranquilo Fermín prepara la selectividad para convertirse en un estudiante de teatro, la divertida y nerviosa Conxita ha mostrado su lado más dependiente y perfeccionista: «Yo suelo estar calladito en mi cuarto sin molestar, y nuestra madre siempre anda en la planta baja viendo la tele, así que me gusta que Conxi sea tan intensa porque da mucha alegría a la casa. Ella junta a la familia», explica el joven. La familia Tronco se completa con la madre, administrativa en el Ayuntamiento; la gata Julia, y el padre, un actor que vive en Madrid e interpretó al administrador de Aquí no hay quien viva. Tronco iba a ser un grupo familiar más amplio que completarían Carlos y Hugo, los primos adolescentes músicos con los que Fermín y Conxita improvisaban en los veranos de su infancia espectáculos en la vivienda de su alternativo tío en el campo. «Al final, pensé que era más fácil hacerlo con Fermín porque estamos en la misma casa», dice Conxita.
Así describe Conxita sus canciones: «Abducida por formar una pareja va de la contradicción constante en que vivo a causa de estar siempre rayada con las relaciones: soy muy impresionable y enamoradiza. Ni una gota de luz y Urna de cristal van sobre un amigo que se suicidó hace tres años. Parecía que yo estaba muy enamorada de él, pero no. Era él quien estaba por mí. Discutimos porque le dije que no, se quedó muy triste y se mató el día siguiente, sin opción de volver a hablar con él. Me quedé tan triste, que exploté. Y me puse a hacer fanzines como una loca como terapia. Pez en bicicleta es para mi colega Ricardo, el único del que estoy enamorada de verdad, y al que me pareció ver por la madrileña calle Pez subido a una bicicleta. No era él pero merece la canción. El helecho va sobre el día en que me llamaron de la hamburguesería La Santa para una entrevista de trabajo de camarera por la tarde. Nerviosa, histérica por conseguir el puesto, pasé el día sin comer, dibujando plantas en mi cómic y componiendo esta canción para que el tiempo avanzara deprisa.
Bienaventurado desconocido es un tipo al que conocía de vista, cantante y guitarrista, y al que pasé un link con mi música pero me dijo que no le convenció. Mi venganza es decirle que no ha entendido nada sobre mi obra conceptual. La salud va sobre conocer e idealizar a un tipo normal pero escribir una canción para quedarme tranquila, para ahorrarme el psiquiatra». La letrista añade: «Soy alegre y divertida pero a la vez sufro mucho; me aburre convivir conmigo mismo, no es fácil ser quién soy». Tronco actúan el sábado en el festival de fanzines Gutter Fest, en Barcelona. Y el 3 de junio, dentro del espacio Minimúsica, en Primavera Sound: «Nos ofrecieron abonos pero hemos renunciado porque yo me agobio mucho en estos sitios y Fermín está de exámenes».
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