The School
Rockdelux [Es]: Reseña álbum "Reading Too Much Into Things Like Everything"
Ya no queda ninguna duda: el segundo álbum de los galeses The School, una nueva colección de temas imbatibles, los confirma como una de las bandas que mejor practica la suma del pop de grupos de chicas de los sesenta (“Where Does Your Heart Belong?”) más indie pop (“Never Thought I’d See The Day”). El debut“Loveless Unbeliever” (2010) ya los situaba en la estela de los escoceses Camera Obscura y de recuperadores del girl group sound sin voluntad modernizadora ni ironía.
Pero la novedad es la ampliación de la paleta, a la que se añade el pop de garage (“That Boy Is Mine”) y, sobre todo, la influencia de Brian Wilson. Los Beach Boys de “Pet Sounds” (1966) nos dan la bienvenida en “What’s Just Begun”, la etérea abertura del álbum. Su faceta navideña (“The Beach Boys’ Christmas Album”, 1964, heredero de los discos de villancicos producidos por Phil Spector) se deja oír en “The Grass Is Always Greener On The Other Side”, a pesar de que el saxo sea estilo Motown y que el resultado final recuerde al grupo de Tracyanne Campbell. Y las armonías vocales, melodía y arreglos del cierre “You Make Me Hear Music (Inside My Head)” son tan wilsonianos como el mismo tema de la canción: el amor como fuente de música.
El cambio de productor, de Ian Catt (Saint Etienne, The Field Mice) a David Wrench (productor de Euros Childs y mezclador de los dos últimos álbumes de Caribou), con credenciales menos vinculadas a la aristocracia del pop, no afecta a las canciones de Liz Hunt, que mantienen el espíritu del debut. Ya querría Stuart Murdoch una canción como “It’s Not The Same”, con ecos del “Runaway” de Del Shannon, en el último trabajo de Belle And Sebastian.