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10/11/2010

Entrevista "Mon?logo interior"



Single. Rompiendo mitos

Texto: Juan P Holguera

Cuatro años después de “Pío pío” (06), su primer largo, por fin tenemos segunda entrega de Single, este estupendo y -como era de esperar- sorprendente “Monólogo interior”.

Esperaba con verdadera expectación el nuevo disco largo del dúo easonense, y “Monólogo interior” (Elefant Records, 2010) no defrauda. Fieles a la prerrogativa de gustarse, ante todo, a ellos mismo, consiguen otro disco más que notable en el que la originalidad (en músicas y letras) es obligada. Un (otro) gran disco de una de nuestras bandas más insobornables, recomendables e incomprendidas, y del que Teresa Iturrioz (cantante- el dúo lo completa el incombustible Ibon Errazkin) nos cuenta los detalles más interesantes.

Antes de escuchar este disco, ya intuía que me iba a deparar muchas sorpresas, lo cual es algo que ocurre en muy contadas ocasiones, ¿tú crees que si de algo adolece el pop actual es precisamente de esa carencia del elemento sorpresa?
Puede ser. A mi tampoco me gusta hablar de forma categórica, como si pudiera sentar cátedra, en plan “El pop adolece de...”, y tampoco estoy muy al tanto de lo que pasa, por lo que opinar me parecería un poco caradura por mi parte. Pero sí es verdad que no me apetece empaparme de pop actual porque a mi me aburre. O sea que sí, puede ser que lo que dices sea cierto. Yo enciendo la radio para escuchar qué es lo que se hace ahora en el pop y me aburro y la apago. Creo que hay una cierta tendencia a repetir los esquemas que ya se conocen, puede ser, sí.

Esa capacidad de sorpresa de la que gozáis, sin embargo, hay gente que la confunde con un cierto aire de intelectualidad. ¿Qué te parece?
¿Sabes qué?, que igual tienen razón. Yo sé que muchas veces la gente nos ve como un grupo que quiere epatar y como ir de raros y comernos el coco... Creo que Astrud era un grupo mucho más intelectual de lo que somos nosotros. Yo no sé cómo son los demás grupos. Nosotros sí que pensamos las cosas, les damos más vueltas e intentamos que nos satisfagan las canciones, y seguramente eso no nos pasa a la primera, por lo que puede que demos más vueltas de tuerca que otros, pero no por un deseo de ser un grupo intelectual. De todas maneras eso me lo tomo como un piropo, no me parece una cosa mala. Hay gente que lo toma como un horror, pero...

Al fin y al cabo, ¿qué es “lo intelectual”?
Creo que es intentar buscar cosas nuevas a partir de cosas que ya existen, y eso sí que lo intentamos. Nosotros sí que buscamos encontrar cosas nuevas, aunque solo sean nuevas para nosotros, que nos sorprendan un poco a nosotros a partir de cosas que conocemos y que nos gustan, y a lo mejor eso sí que es ser un grupo intelectual.

Yo no creo que lo seáis, al menos en el sentido de pretender ser una banda más näif, o algo así.
Hombre, no somos Shakira y no somos La Oreja de Van Gogh, desde luego que no. Intentamos que lo que hacemos tenga un poco más de calidad, y a lo mejor para eso tenemos que hacer más trabajo mental, con todos los respetos a Shakira y a La Oreja de Van Gogh.

Cambiando de tema. También os he oído decir que “la melodía pertenece al pasado”. ¿Qué queréis decir con eso, y por qué?
No lo decimos como una critica, sino como una observación. Si te fijas, por ejemplo, en las canciones de los años cincuenta, de Cole Porter, o las canciones de los sesenta de The Beatles, pues ahí la melodía, de alguna manera, pierde. De ser melodías muy complicadas que cuesta aprenderlas de entrada, pasan a ser más pegadizas, más sencillas. En los setenta se simplifican más, y más aún en lo ochenta con la música disco, donde todo es mucho más fácil. Y en los noventa y ya en los ceros... Fíjate en los raperos, y no solo en ellos, porque si te fijas en la música comercial la melodía parece que pierde importancia con respecto a lo que son los ritmos. O sea que ahora mismo, creo que a partir de la música negra como influencia, lo que más importa de las canciones que más o menos gustan son las bases rítmicas y las voces, pero no las melodías. Una melodía complicada como las de Burt Bacharach ya no la canta nadie, y nadie quiere entenderlas porque a nadie le interesan. Nos referimos a eso. Y ya, en broma, decía Ibon que las músicas se africanizan con el paso del tiempo, es decir, que las melodías se degradan, van siendo cada vez más sencillas a todos los niveles, no solo en el pop, también en las nanas y las canciones infantiles, para que al final lo que nos guste sean cosas con mucho ritmo. Y a nosotros nos gustan las melodías porque quizás somos ya un poco mayores y hemos crecido con ellas.

Vosotros sois parte de la historia del pop de aquí, con Le Mans y antes con Aventuras de Kirlian. ¿Cómo recordáis aquella época?
La época la recuerdo como estupenda, porque teníamos muy pocos años y vivíamos en San Sebastian y aquí parecía que pasaban cosas. Había grupos y era un ambiente muy distinto al que hay ahora. Por ejemplo, en los institutos o en salas de cultura tocaban grupos locales, grupos del barrio. Se organizaban eventos para nosotros. Y nosotros éramos como los últimos de la cola de lo que había entonces en Donosti, y la gente era muy exigente. Recuerdo  que al grupo que tocaba el mismo repertorio que había tocado dos meses antes les gritaban que estaban acabados, tenéis que empezar de nuevo... Había como mucho nivel entre teenagers de la ciudad. Y recuerdo grupos como la Insidia, que luego fueron Family, o La Vieja Escuela, que era un grupo de por aquí. Y a raíz de ese ambiente después surgieron unos cuantos grupos como Aventuras de Kirlian o La Buena Vida, El Joven Brian... Recuerdo esa época como estupenda, una época muy exigente para el pop español y para el pop local.

Hablando del disco, quería preguntarte por la versión de “Gracias a la vida” de Violeta Parra. Tengo entendido que sois aficionados a la canción sudamericana.
Yo también he leído algo de eso por ahí, pero tampoco tanto. Es verdad que ese disco de Joan Baez le gusta muchísimo a Ibon y la versión está hecha a través de la de Baez.

De hecho, en medio de la canción suena su voz sampleada, ¿no?
Sí, hay un trocito que no pudimos borrar. A mi me disgusta un poco su voz, pero había un trocito donde tenía que estar y es justo que esté. Pero la canción sudamericana a mi no te creas que me gusta mucho. Sí que soy fan de Chabuca Granda y cosas así, incluso de Atahualpa Yupanqui, pero no de toda la vida. Y yo creo que Ibon tampoco es un gran fan de la canción sudamericana. Lo que pasa es que esas cosas las escribe alguien un poco porque sí y luego los demás lo leen y se queda ahí.

Antes hablabas de Astrud y es obligado hablar de la colaboración de Genís Segarra en el disco, ¿cómo surgió?
Él ha metido un montón de “sintes”, pero no solo los sonidos sino también las melodías que hacen. Hay millones de arreglos. Él nos ofreció colaborar en este disco, llegó un día y nos dijo “Estaría encantado de poder colaborar con vosotros con mis sintetizadores, mis ecos y mis cosas”, y la verdad es que nos pareció una idea perfecta, porque estábamos haciéndolo sin más que lo que eran los bajos, las guitarras, las baterías y la voz, y pensábamos que le iría bien traerlo a nuestro tiempo, porque nos estaba quedando una cosa un poco rancia, un poco Le Mans, la verdad, y tampoco nos apetecía eso. O sea que nos vino como agua de mayo. Dijo que no podía hacer nada en verano, pero que en septiembre tendríamos cosas suyas, y nos dio un montón de arreglos, una locura. Y eso que nos parecía una locura, puesto en su sitio, encajaba todo. Trabajó un montón y el noventa por cien de las cosas que propuso se han quedado en el disco. O igual el noventa y nueve, porque quitamos un par de cosas, pero poco más.

Me fascinan vuestras letras. Haces que lo difícil parezca fácil. ¿Cómo las haces?
A mi me gustan las letras sencillas. Antes hablábamos de Astrud y a mi, por ejemplo de ellos lo que no me gustan son esas letras tan intelectuales y tan difíciles, hechas como muy para un grupo exclusivo de personas. A mi lo que me gustan son las letras fáciles pero que digan algo. ¿Y cómo las hago? Pues no sé, como puedo. A veces me vienen solas. Yo soy bastante vaga por naturaleza, y si tengo que hacer una letra la hago casi obligada por Ibon, y me pongo y las hago como puedo, no tengo ninguna técnica, no estoy acostumbrada a escribir tampoco.

¿Qué cosas te suelen inspirar, cosas cotidianas?
Sí, supongo que sí. O imágenes, o un libro, o una palabra. Imagino que como le pasa a cualquiera. Normalmente no me inspira contar los problemas de alrededor, prefiero hacer un observación pequeña de algo y ya está, sin conclusión ninguna. Observaciones pequeñitas sin grandes pretensiones. Lo que no me gusta nada son las letras que me aburren, y me aburren muchas letras. Y yo misma me aburro con muchas letras mías. Yo pongo todo de mi parte, si mis letras no son mejores es porque no puedo, pero no porque no quiera.

¿Cómo habéis grabado el disco, ha sido un trabajo más de local o de estudio?
Un poco las dos cosas, porque en principio se hizo trabajo de local y nos fuimos una semana a grabar a un caserío aquí en Guipúzcoa. Lo que pasa es que luego vinieron los arreglos de Genís y eso es más de estudio, y luego empezamos a mezclarlo todo, y ahí nos armamos un verdadero lío. Estuvimos mezclando el disco mucho tiempo, muchos meses, casi un año. Fue un poco de local en el inicio, pero al final hemos echado más horas de estudio de las que habíamos pensado. Nuestra idea inicial era hacerlo a la antigua, es decir, ir bien ensayados y grabarlo en poco tiempo. También un poco como disco-terapia con respecto a “Pío pío”, que fue muy de estar en casa cortando y pegando y echamos muchas horas delante del ordenador, y nos apetecía que fuera justo lo contrario.

O sea que si no no sois más prolíficos es porque os lo pensáis mucho.
Bueno, sí, pero luego a veces tenemos retrasos que no son por nuestra voluntad. A mi me hubiera gustado que este disco saliera hace ocho meses, porque nos lo habíamos pensado ya mucho y tenía que haber salido ya.

De hecho habéis vendido el disco ya en algún concierto.
Sí, en el Lemonpop de Murcia. Elephant puso un stand y en él vendían ya “Monólogo interior”. Y lo vamos a vender en resto de conciertos desde ahora.

¿Vais a hacer muchos conciertos?
Sí, sí, me apetece mucho tocar, no pensaba que me iba a gustar tanto, y este año queremos que nos salgan cuantos más conciertos mejor. Nuestro mayor objetivo ahora es ese. También sacamos un recopilatorio en México dentro de unos meses, y me gustaría mucho poder ir allí también. Lo que pasa es que este es un año un poco malo porque no hay dinero, pero haremos lo que podamos. De hecho, lo que queremos hacer Ibon y yo son conciertos los dos solos, una especie de Single low-cost para poder tocar en más sitios, porque ahora mismo no me extraña que el folk esté de moda porque con lo poco que se saca tocando por ahí, o vas con una barba y una guitarra o no ganas para el billete de tren, así es que vamos a ponernos dos modalidades, la del grupo y la de dúo.

Yo quería hablarte de la portada del disco, un retrato tuyo que ha hecho Javier Aramburu y que me recuerda mucho al estilo de Johannes Vermeer.                                                                                                                                             Eso he leído por ahí, pero habría que preguntárselo a Javier. Yo no lo veo tan claro. Lo que sí está claro es que Javier tiene técnica para emular lo que le dé la gana.


 





Single [Heineken.es]
foto: Archivo Elefant



Single [Heineken.es]
foto: Archivo Elefant



Single [Heineken.es]
foto: Archivo Elefant



Single [Heineken.es]
foto: Archivo Elefant



Single [Heineken.es]
foto: Archivo Elefant



Single [Heineken.es]
foto: Archivo Elefant

 


 

 

 

 

 

 

 

 

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