Sagrado Corazón De Jesús
Town Feeling [Es]: “Desde luego que la música que escuchas deja huella [Entrevista]
El magnífico ‘Opera Omnia’ es la referencia DK13 de Discos De Kirlian y también uno de los elepés favoritos de 2014 para Town Feeling. Un disco que compila y abrillanta las maquetas previas (más tres temas inéditos) de Sagrado Corazón De Jesús. Bajo este alias “tan nuestro” se muestra al mundo del pop, Jesús Fernández, miembro a su vez del combo de tecno-pop de cámara Táctel, quien individualiza su fórmula para ofrecernos una obra repleta de gemas de pop auténtico y luminoso. Tras una lluvia de referencias, que remiten al Stephin Merritt de las 69 canciones, el universo Spinic o el Carlos Berlanga más inspirado, este jovial riojano completa una colección de canciones repletas de letras vibrantes y melodías infecciosas, cuyas entretelas nos comenta en esta entrevista.
Toda la imaginería católica que aparece en tus maquetas y elepé ¿es por devoción sincera o más bien puro “egotrip”?
En realidad no es devoción sincera. Tampoco es parodia. El nombre surgió sin ninguna voluntad de trascendencia, y esto sí que es sincero. Era sonoro, rimbombante y hace referencia a una realidad que, al menos en España, una inmensa mayoría reconocería como próxima. Y las letras que surgían se parecían a parábolas. No sé si habrá sido una buena idea o me acabaré aburriendo, pero me he divertido mucho haciendo de ángel exterminador (al menos sobre el papel).
Siempre relacionan tu música con la de Stephin Merritt. ¿Es para ti una referencia válida? ¿Cambiarías Logroño por Manhattan?
La comparación es tan halagadora que no me resisto a negarla. Claro que es una referencia. En Jenesaispop comentaron en su momento que ‘Canción de Damien’ tenía cierto parecido con ‘Let’s Pretend We’re Bunny Rabbits’ de The Magnetic Fields. ¡Y tenían razón, una vez la volví a escuchar! Además hay una parte más adelante que es muy similar a ‘Città Vuota de Mina’. Aunque no fue consciente en ninguno de los casos. Desde luego que la música que escuchas deja huella, y notas musicales no hay tantas. En cuanto a lo de Logroño o Manhattan, no conozco Manhattan y no puedo opinar con propiedad. Pero no es lo mismo Logroño en 1986 que ahora, ¿eh?. Que tampoco es como vivir en una reserva Amish.
Los textos de tus canciones están muy cuidados e hilvanados de forma muy ocurrente. ¿Le das más importancia a la letra o a la melodía? ¿Te inspira más un libro o una conversación casual?
A la melodía, sin duda. Pero la letra tiene que tener varias cosas: un poco de shock value, una métrica fluida y ajustada a la melodía, que al menos intente contar algo que no haya escuchado demasiadas veces antes… Ojalá me inspirasen las conversaciones; aunque intento usar la lengua oral, las letras acaban siendo muy literarias.
Tu universo particular (imagineria barroca aparte) parece estar muy en consonancia con el mundo Spicnic, Los Chico y Chica y el “sonido Torrelaguna” de Rafael Trabucchelli ¿Que hay de cierto en todo esto?
Todo. Siempre he sido muy de Fangoria, y es que en los 90 eran un no parar. Te comprabas un disco en Benicàssim porque salía una suya, y al llegar a casa lo ponías y era Spicnic en No – Mundo. Ibas a verles a una fiesta de Halloween y los teloneros eran Chico y Chica. Al sonido Torrelaguna le puse nombre después de Trabucchellia, pero era la banda sonora de mis viajes de infancia La Rioja – Extremadura. Lo que pasa es que me ocurrió como con las cintas de punk de mis primos: las oía y eran espantosas. Luego, de mayor, te das cuenta de que eran las cintas que estaban ya quemadas, y que pocas cosas suenan tan bien como los singles de Karina.
Los futuros distópicos y la ciencia ficción también parecen tener un papel relevante en tus canciones. ¿Qué es lo que más te interesa de la distopia? ¿Hay algún cómic, ensayo o película que tengas como referencia en este aspecto?
Me interesaba cuando eran educativas, o moralizantes: “no vayáis por aquí, que vamos a llegar a esto”. ¿Ahora qué? ¿Es tan fantasiosa THX 1138? Es evidente que no soy un intelectual. Todo lo contrario. Además, no manejo unas referencias tan esquivas, más bien mainstream. Mi formación es de ciencias, ojalá hubiese leído más…
Comentas que no eres muy asiduo visitante de las redes sociales, cuando otros grupos o músicos las consideran herramientas fundamentales para su promoción. ¿Se trata de alergia o elegante dejadez? ¿Delegas esa promoción en los teclados (de ordenador) de otros?
Eso es por pudor. Me da vergüenza, no me gustan. Primero, porque no tengo mucho que contar, y segundo porque no he nacido con habilidad para el autobombo. Que, ojo, no es malo. Eso es tener el ego en su sitio y defender lo tuyo. Pero también puede ser por lo que comentas, que otros que escriben más y mejor lo han hecho sobre mí, y de forma muy generosa, y la información que pudiese aportar es redundante. ¡Gracias a todos, por cierto!
Discos de Kirlian es una disquera con recursos limitados pero que cuida muy bien sus ediciones ¿Cómo es trabajar con ellos? ¿Te sientes cómodo en ese traje?
Trabajar con Oscar ha sido ver a un cerebro con capacidad de anticipación y determinación muy impresionante. La primera vez que me propuso algo no hacía ni cuatro meses que había subido a bandcamp la primera maqueta. Yo no es que estuviese emocionado, es que no entendía nada. Y de repente a pensar en una portada, una secuenciación… Creo que hicimos una cosa muy bonita. El tiempo le ha dado la razón, y no hablo solo de Opera Omnia. Su 2014 ha sido de auténtico infarto. ¡Bravo!
Tu LP es básicamente una recopilación de temas ya grabados anteriormente. Parece ser que publicarás material nuevo en un 10” para las ‘New Adventures in Pop’ de Elefant Records ¿Es un salto definitivo a las grandes ligas? ¿Que nos deparará en el futuro Sagrado Corazón de Jesús?
Sé a qué te refieres, pero no creo que sean ligas distintas. En vuestra lista de discos recomendados del 2014 (¡muchas gracias por incluirme!) conviven Kirlian, Walden y RCA con naturalidad, y no creo que sea chocante para nadie. Estamos hablando solo de cantidad de dinero e impacto, que es importante para envolver una canción, pero no para hacerla. Por lo tanto, sacar un 10” en Elefant es una maravilla, estoy supercontento, pero el futuro dependerá de las canciones. Espero que haya más y mejores, y ya se les buscará un hogar. Tanto a Kirlian como a Elefant les debo el haber aprendido a desmitificar un proceso que me parecía mágico, pero que es trabajo. Y esto no le resta maravilla ni prodigio al resultado final.