Rese?a "La mejor enfermedad"
Bla - La Mejor Enfermedad
por Raúl
Un poco por las dificultades que entrañaba el quedar todos debido a los avatares personales de cada miembro, pero también como forma para dar salida a unas composiciones que quizás no tenían tanta cabida en el marco de algo tan definido como L-Kan -aunque, todo hay que decirlo, en "Somos Otra Cosa" (Subterfuge, 2007) ya apuntaban a otra cosa-, Luis y Belén crean un proyecto paralelo al que denominan Bla. Y su carta de presentación no puede ser más impoluta: de la mano de Elefant, nos entregan una cuidada edición en digipack con un tríptico desplegable y unas estupendas fotografías a cargo de Eduardo Rubaudonadeu -director de imagen de la revista Zero- en las que la banda posa caracterizada como unos Amish recolectores de ukeleles, detalles todos ellos que sirven para figurarnos lo que nos podemos encontrar en su interior, que no es ni más ni menos que grandes canciones.
El disco comienza con un trío demoledor y que representa de manera exacta las intenciones de la banda, sus influencias, sus gustos y, sobre todo una evolución lógica en el sonido, al que podríamos denominar más "maduro" (intentaba evitar esta palabra, pero me ha sido imposible), algo que también se observa en las letras, que aparte de mostrar su universo particular dan cabida a la reflexión ("Tú fíjate"), al intimismo ("Te espío y te archivo"), sin renunciar ni mucho menos a la celebración (atención a la adictiva "La mejor enfermedad").
Interesante también la incorporación de nuevos sonidos de la mano de programaciones y ruiditos a lo Stereototal (ya lo decían L-Kan en "Todo lo que no"), ukeleles con sabor a Vampire Weekend ("Cómo seremos") y el personal sonido que otorga el uso del theremín en ciertas composiciones (muchos grupos lo están usando ahora, como Wild Honey), que hace que las canciones basculen entre un pop espacial y clásico de lo más resultón, sin dar la espalda a la pista de baile, entre las cuales cabe de nuevo destacar "La mejor enfermedad" y su ritmo funky setentero además de "Siempre hay una más", provista de un sampler de "Mi gran noche" de Raphael.
En cuanto a la vertiente intimista y más pausada, de nuevo plenos aciertos que comienzan desde la ya mencionada "Te espío y te archivo", pasando por canciones como "Yo soy como Portugal" o "La lluvia, el viento, los contratiempos", esta última que describe tan bien cómo la imperfección de las cosas y el saber disfrutar de ellas tiene su chispa.
En definitiva, una muy buena carta presentación de un grupo nuevo que lleva ya diez años de un modo u otro dando guerra y contribuyendo a la escena independiente madrileña.
Bla [La fonoteca]
foto: Archivo Elefant
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