Entrevista "Lo nuevo"
Astrud. Combinaciones posibles
Texto: JuanP Holguera
Tras un tiempo sin dar señales de vida, Astrud vuelven a tajo, y lo hacen acompañados del Col.lectiu Brossa para dar lustre a su repertorio.
Han pasado tres años desde que Astrud editaran su última referencia discográfica, “Tú no existes” (Sinnamon, 07), un disco magnífico al que lamentablemente no se le prestó la atención merecida. Ahora, después de un tiempo sabático en el que Manolo Martínez (composición, voz, guitarra, teclados) se ha dedicado a sus quehaceres y a doctorarse en filosofía, y Genís Segarra (arreglos, teclados, programaciones) ha estado al frente de Hidrogenesse y colaborando con artistas como Single, han decidido unir fuerzas con el Col.lectiu Brossa, un grupo de músicos de formación clásica con los que han adaptado parte de su repertorio. Juntos, se encuentran ofreciendo conciertos a lo largo y ancho de la geografía nacional (próxima parada: Madrid, dentro del festival Transit, junto a Joan Miquel Oliver, The New Raemon y Mishima) y a punto de editar su primer disco conjunto. Para hablar de todo ello, Manolo nos responde amablemente a través del hilo telefónico.
Tres años sin publicar nada nuevo y ahora lo hacéis, básicamente, re-grabando algunos de vuestros temas antiguos (más un par de canciones nuevas) con una nueva instrumentación y nuevos arreglos, ¿se debe a una sequía compositiva, a que en todo este tiempo teníais mejores cosas que hacer...?
Yo estoy en permanente crisis compositiva y con crisis de ideas, nunca he sido un compositor excesivamente prolífico, y desde luego nunca he hecho canciones y las he metido en un cajón para cuando el siguiente disco, ni he tenido que elegir entre cuarenta, ni he tenido la tentación de grabar un triple disco. Siempre ha sido la cosa de tener diez canciones y publicarlas. Esta vez, desde luego, ha pasado más tiempo, o está pasando más tiempo para que recopilemos diez canciones, porque cuando hicimos “Tú no existes” me dejó de apetecer componer. Siempre me pasa que me tiro un año en barbecho, pero esta vez han sido casi tres años, aunque ahora he empezado a componer otra vez. Y hay mil razones para aquello, una es que me dejó perplejo la absoluta falta de interés de todo el mundo por el disco, y otra es que, como tú decías, tenía otras cosas que hacer, he estado haciendo un doctorado, y en eso se me ha ido buena parte de estos tres años.
Tú has estado haciendo todo eso mientras Genís seguía con Hidrogenesse y demás.
Sí, yo soy menos músico que Genís y tengo menos claro que él que soy músico de profesión. Nunca me he sentido así, yo me he sentido amateur, y aunque no lo soy porque he vivido de la música mucho tiempo, no consigo llegar a sentirme profesional. Cuando decidí dejar de tocar porque estaba poco animado, Genís no se planteó buscar un curro. Lo que le pareció lo más normal, y a mi también me lo habría parecido, fue seguir con otro grupo que, por cierto, es muy guay, y sacarle más partido. Él y Carlos empezaron a hacer conciertos y otras cosas con Hidrogenesse, y Genís, con otra cosa que él sabe hacer mejor que nadie, que es crear sonidos a partir de sintetizadores antiguos y modernos, además decidió ponerse al servicio de otra gente. Me encanta que, gracias a eso, Hidrogenesse haya hecho canciones tan chulas como ha hecho, y sacado discos tan guays como los que ha sacado.
Tú, directamente, desapareciste de cara al público, pero antes eras muy activo con tu fanzine Esmeraldo, con el peculiar obituario que realizabas en la web de Austrohúngaro...
Pero si te fijas, el obituario son quince links a otras tantas páginas de gente que se murió... Es decir, que es muy fácil aparecer como un tío ocupado y que hace cosas y tal, pero no lo soy, siempre he sido un vago redomado, nunca he hecho nada. Y el fanzine era una cosa que me costaba un trabajo ímprobo y en seguida me dí cuenta de que no se me daba bien. No soy un buen escritor de prosa, y cuando me dí cuenta de que no tenía la gracia que yo quería que tuviese decidí acabar con él. Pero no tengo la sensación de haber sido nunca especialmente trabajador o productivo, nunca lo he sido. Si me preguntas, quizás lo he sido más ahora que he hecho mi tesis doctoral y voy a sacar un disco. Igual ha sido el 2010 el año más productivo de mi vida.
¿Cómo surgió la colaboración con el Col.lectiu Brossa?, ¿quién llamó a quién?
Pues nadie a nadie. Hay un promotor cultural en Barcelona que se llama Jordi Oliveras y que siempre está inventándose movidas. Tiene una revista en internet que se llama Nativa. Se le ocurrió a él, se puso en contacto conmigo y con tres de los chicos que tocan con nosotros, y la idea era que yo como cantante de Astrud y ellos como músicos hiciéramos un concierto pequeño, y lo hicimos con tres o cuatro canciones mías y tres o cuatro que traían ellos, y quedó una cosa apañada si bien sin duda improvisada y un poco caótica, para salir del paso. Pero yo me quedé con la idea de que esta gente merecía la pena y que si lo hacíamos dedicándole tiempo podría quedar una cosa muy atractiva. Digamos que ese fue el comienzo de volver a apetecerme hacer cosas, y a partir de ahí quedamos para ensayar otra vez, etc. En realidad todo ha ido muy rodado.
Habéis grabado con ellos dos canciones nuevas, ¿supone eso que habrá una colaboración más larga en el tiempo?
Yo espero que sí. No sé si con este formato exactamente pero sí con esta gente. Ellos son todos multi-instrumentistas y sí me gustaría que el siguiente proyecto, igual el siguiente disco de Astrud, fuera con ellos mismos pero quizás tocando instrumentos más convencionales del pop, con un formato de banda ligeramente más cerrado y menos “camerístico” que lo que hemos hecho ahora. Son gente muy lista y muy guay, y no tengo ninguna intención de prescindir de ellos a corto plazo.
¿Nos puedes contar quiénes son y de dónde vienen?
Uno se llama Les y toca el violín, otra es Oleger y toca el violonchelo, Adriá toca la zamfona o viola de ciego o viola de rueda, Marc toca la percusión, el vibráfono y la marimba, y Gregori toca el acordeón. Son todos músicos de conservatorio pero que tienen inquietudes de música popular y son muy activos.
¿Ha cambiado de alguna forma tu manera de componer o de entender la música al trabajar con otros músicos y con instrumentos, digamos, diferentes a aquellos con los que has trabajado hasta ahora?
Bueno, yo tengo el convencimiento de que las canciones son objetos abstractos y que en principio deberían poderse tocar de muchas maneras, y creo que en nuestra carrera lo hemos demostrado con creces. Las canciones de “Gran fuerza” (Chewaca/ Virgin, 2001) eran de rollo electrónico, y “Mi fracaso personal” (Chewaca/ Virgin, 1999) fue con banda de pop/ rock, yo tocando la guitarra, Genís el bajo y un batería, y se aguantaban. No sé si eran chulas o no, pero sí se aguantaban, y la impresión con lo de ahora es que pasa lo mismo. Pero sí es verdad que haciendo las canciones nuevas he tenido en cuenta quiénes eran, y a la hora de hacer los arreglos me he permitido ciertas libertades que no me podría haber permitido de haber tenido que tocarlas yo, que soy un matao con la guitarra.
¿Cómo está reaccionando el público ante esta colaboración?
A mi la impresión que me da es que la gente está muy contenta. Hemos tenido críticas muy buenas, y no solo de la prensa, sino que la gente cuando te habla está encantada. Aunque quizás hay gente que se queja porque no pueden bailar, o sea que no a todo el mundo le ha gustado.
El disco no está todavía en la calle pero ya está terminado, ¿cómo ha sido la grabación?
La idea que tenía Genís era sacar un disco que fuera muy claramente un disco de estudio, que digamos no fuera meramente la programación en directo, que no fuera el típico disco de Astrud en vivo, sino que se viera que estaba producido. Al final, yo no sé si ha quedado así, porque solamente grabar las pistas que habíamos ensayado y mezclarlas y hacerlo con buenos instrumentos y en buenas salas ya ha quedado muy bien, entonces aunque Genís ha grabado un montón de sintetizadores encima, la sensación que produce el disco creo que es similar a la impresión que producía el directo. En cualquier caso, es el disco que más hemos ensayado en toda nuestra historia con mucha diferencia, porque hasta ahora lo que solíamos hacer, como tantos grupos, era grabar un disco y luego ensayar para la gira, y siempre pasaba que en los ensayos surgían un montón de ideas y cosas así. Y ahora ha sido al revés, hemos ensayado para la gira y luego hemos grabado, lo cual ha propiciado que los arreglos llegaran a la grabación con un grado de madurez mucho mayor al habitual.
¿Con quién habéis grabado?
Lo hemos hecho con Ferrán Conangla, que es alguien acostumbrado a grabar instrumentos acústicos y que ha grabado mucha música culta y a grupos de pop. Estoy absolutamente encantado con el trabajo que ha hecho. Lo hemos grabado en un estudio que se llama 44.1, que está en Aiguaviva, Gerona.
Cambiando de tema, ¿cómo lleváis eso de compaginar las labores de un sello como Austrohúngaro y tener un grupo en activo?, ¿nunca os ha llegado a saturar?
Austrohúngaro no da mucho trabajo... O eso creo yo, porque aunque yo soy parte del sello en algún sentido, lo llevan en la práctica y en su totalidad Genís y Carlos. Pero no me parece que sea un trabajo brutal. El trabajo lo hacen los artistas del sello, y lo demás es intentar no perder dinero y poco más. Problemas de trabajo nunca ha habido, y está bien que hay sellos como este que saque cosas que de no ser así no saldrían o lo harían más tarde y peor. Desde luego no da mucho curro, aunque estos dos me van a decir “¡Hijoputa, cómo tú no haces nada...!”. (Risas)
Y ya para terminar, hace tiempo os vi en televisión hablando de vuestro auto-impuesto nivel de exigencia a la hora de sacar un disco o terminar una canción, ¿crees que ese es uno de los punto débiles del pop actual?
Creo que ese es uno de nuestros puntos fuertes. Nosotros hemos publicado mucho menos, y hemos hecho menos cosas que otros grupos porque nos parece que todo nos sale mal. Nos cuesta mucho trabajo llegar a dar algo bueno para publicar. Primero que no creo que sea una persona con excesivo talento, pero sí tengo muchas manías. Una manera de hacer cosas buenas es tener un torrente de ideas interesantes y geniales, y otra manera es tener un goteo de ideas que no están mal y muchas manías para quedarte solamente con las mejores. Puede que haya gente publique más de lo que debería, pero a mi me gusta que la gente saque discos, y muchos de los que son malos o mediocres me encantan, forman parte de mi vida y me daría pena que no hubieran salido porque a alguien le hubieran parecido que no valían la pena.
Astrud [Heineken.es]
foto: Archivo Elefant
Astrud [Heineken.es]
foto: Archivo Elefant
Astrud [Heineken.es]
foto: Archivo Elefant
Astrud [Heineken.es]
foto: Archivo Elefant
Astrud [Heineken.es]
foto: Archivo Elefant