Después de sus aventuras más o menos pop en sus álbumes “Le Mans” (1993) y el maravilloso “Entresemana” (1994), LE MANS vuelven a la carga con un artefacto más fascinante aún si cabe: un disco de remezclas con una concepción variada y sorprendente, sincera y cosmopolita.
A nadie debería asombrar que este grupo de San Sebastián haya decidido adentrarse por los caminos del baile; no hay que olvidar que ya en las sesiones de su á…
Después de sus aventuras más o menos pop en sus álbumes “Le Mans” (1993) y el maravilloso “Entresemana” (1994), LE MANS vuelven a la carga con un artefacto más fascinante aún si cabe: un disco de remezclas con una concepción variada y sorprendente, sincera y cosmopolita.
A nadie debería asombrar que este grupo de San Sebastián haya decidido adentrarse por los caminos del baile; no hay que olvidar que ya en las sesiones de su álbum de debut coquetearon un poco con sonidos de este tipo, y tampoco podemos dejar de lado el proyecto INSTRÜMENTAL de Ibon y DJ PEZ, ni la participación de LE MANS en el primer CD recopilatorio de “Disco 2000” junto a FANGORIA.
El caso es que ahora nos encontramos con dos remezclas del conocido “Un rayo de sol” y cinco versiones del novísimo “Zerbina” en un magnífico y rico collage sonoro. ¿Los responsables? Pues los mismos LE MANS, en una toma veraniega y saltarina del mencionado “Zerbina”, Jerome Mestre (Dj de los franceses INDURAIN, más tarde OLLANO) y su combinación de ambient y sonido Mo`Wax, nuestro PEZ de PARAFÜNK, alternando ritmo y fragmentos de películas, y VANGUARD siempre en -valga la redundancia- vanguardia, y aportando su visión colorista e hipnótica de la transparencia pop de LE MANS.
En definitiva, un disco que pretende ir más allá de cualquier moda y que lo consigue gracias a grandes dosis de genialidad e inteligencia.