“Travelogues” es el título del nuevo álbum de Souvenir y se puede considerar como la tercera parte de la trilogía electrónica que iniciaron con "64" (Jabalina 2007) y continuaron hace dos años con "Drums, Sex and Dance" (Jabalina 2009). Como tal, este nuevo disco es a la vez continuador de esa línea basada en el electro-pop que Souvenir tan brillantemente ha demostrado dominar, y al mismo tiempo innovador por su búsqueda de nuevos esti…
“Travelogues” es el título del nuevo álbum de Souvenir y se puede considerar como la tercera parte de la trilogía electrónica que iniciaron con "64" (Jabalina 2007) y continuaron hace dos años con "Drums, Sex and Dance" (Jabalina 2009). Como tal, este nuevo disco es a la vez continuador de esa línea basada en el electro-pop que Souvenir tan brillantemente ha demostrado dominar, y al mismo tiempo innovador por su búsqueda de nuevos estilos y paisajes sonoros. Si los dos discos anteriores representaron, respectivamente, la reconversión del pop de Souvenir a una nueva paleta de sonidos electrónicos y un endurecimiento minimalista de esa nueva forma de hacer música, la nueva entrega del dúo navarro ofrece la paradójica doble propuesta de canciones más atmosféricas y evocadoras que nunca y al mismo tiempo un regreso a las melodías pop con más gancho. En “Travelogues” las canciones basculan entre tantos polos que estamos quizá ante el disco de Souvenir más completo (y complejo) estilísticamente. Desde su inicio, con la enigmática “Whispers in the Night”, que recoge las mejores esencias de los 80 más atmosféricos, pero que a la vez suena netamente contemporáneo y a algunos recordará a HOT CHIP meets NATASHA KHAN, hasta el último corte, la atmosférica “Mots”, casi un homenaje bañado de sintetizadores a la guitarra de HANK MARVIN (THE SHADOWS), una de las mayores influencias de Jaime. En medio se entrelazan canciones como “Dance it Away”, puro pop y adictiva al 100%, con toques electro, guitarras y un estribillo digno de NEW ORDER o los PET SHOP BOYS, o la personalísima “Sinking Stone”, un réquiem a un amigo a punto de hundirse, que combina electrónica, un ritmo único, e instrumentos acústicos como el autoharp o la guitarra pedal steel, para dar lugar a una composición emocionante de principio a fin que suena plenamente actual, pero con ecos de unos revividos BLACK BOX RECORDER. Llegamos así a la parte central del disco con tres temas que muestran bien a las claras la personal diversidad de vertientes que Souvenir son capaces de hacer convivir. “Arrête-toi”, un infalible hit de electro-pop, nos remite a los Souvenir más clásicos "de la segunda época", con guitarras “made in Jaime” y una Patricia a la vez sensual y evocadora de melancolía, mientras que la “Tarantiniana” “Taboo” nos devuelve a la combinación de electro y rock tan celebrada en su reciente versión de “Funnel of Love” (single 7” “Aime-moi”, Jabalina 2010), con guitarras twang y un toque rockabilly, en homenaje a las glamour girls de los 40 y 50 como Roxanne Arlen o Mamie Van Doren. Contrapunto balsámico es “Coup de coeur”, tema en el que afloran los Souvenir más atmosféricos y hasta románticos, con reminiscencias del pop francés 80s de CAROLINE LOEB o de los más actuales AIR. En el tramo final de “Travelogues” vuelven a tocar a rebato, primero con “Talk to Me”, puro electro-pop de los primeros 80, frío y sexy, con ecos de VINCE CLARK, KYLIE MINOGUE, MADONNA o los franceses TAXI GIRL, que esconde un epílogo a lo MGMT que la convierte en casi un himno pop, que nos transporta, al igual que otros pasajes del disco, a los 90. A partir de aquí, y antes del broche final de “Mots”, Patricia enarbola de nuevo su característica reivindicación de la feminidad en “Peintures de Guerre”, una oda dance a la barra de labios envuelta en preciosos sonidos de sintetizador analógico (autotune vs autoharp) melancolía pop marca de la casa y una de las interpretaciones vocales más hermosas del disco más viajero de Souvenir. Un cosmopolitismo que se plasma perfectamente en el bilingüismo (francés/inglés) de las composiciones.