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17/05/2016

La Opinión De Málaga [Es]: "Siempre me fijo en los grandes y en el camino encuentro mis canciones" [Entrevista]



Cantante y compositora

"Siempre me fijo en los grandes y en el camino encuentro mis canciones"

Ana Fernández-Villaverde y su inseparable David Rodríguez presentarán en el Teatro Echegaray el 18 de mayo el nuevo álbum de La Bien Querida

 

Tere Gradín 

 

 

Icono de la escena pop independiente, La Bien Querida, o sea, Ana Fernández-Villaverde– está inmersa en una gira acústica en la que con su eterno compinche, David Rodríguez, repasa lo mejor de su repertorio, con especial atención a los temas del más reciente, Premeditación, nocturnidad y alevosía. La bilbaína, aunque ha evolucionado hacia un sonido más electrónico –del que se aleja en este tour–, reúne en este trabajo las canciones publicadas en sus tres maxi singles previos. Comparecerá en Málaga, concretamente en el Teatro Echegaray, el próximo 18 de mayo a partir de las 20.00 horas.

¿Por qué el título de Premeditación, nocturnidad y alevosía?

   

 

Buscaba un título que lo pudiera dividir en tres partes porque teníamos claro que el disco iba a salir así, en tres maxis. También me encajaba por otros motivos, porque es un poco misterioso, porque es también un homenaje a New Order que tienen el álbum titulado Power, corruption and lies. Cada canción salió en cada maxi por una razón. Premeditación vendría a ser la introducción, Nocturnidad el desarrollo y Alevosía, la conclusión.

Poesía, fantasía, realidad, amor... ¿Qué diría que prima más en estas canciones que componen el álbum?
Un poco de todo, como la misma vida. Premeditación quizás tiene unos aires más pop, Nocturnidad es más oscuro y Alevosía más épico. Es el viaje por el que te lleva el disco. Cada maxi se sacó además con su single, que son las canciones que resumen ese viaje: Poderes extraños, Ojalá estuvieras muerto y Muero de amor.

Este disco está lleno de atmósferas electrónicas, se podría decir que es un trabajo más tecnopop, ¿cómo ha sido la evolución del sonido de La Bien Querida hasta llegar a este álbum, desde Romancero hasta hoy?
Romancero era un disco más orgánico, más de guitarra acústica, puede parecerse más a como salen las canciones como yo las compongo, lo que pasa es que después están los arreglos de David [Rodríguez, de Beef y La Estrella de David], que también le dan un plus importante. A partir de Ceremonia teníamos que romper un poco y nos apetecía también. Nuestra música ha ido cambiando con nosotros.

¿Qué influencias ha tenido en Premeditación, nocturnidad y alevosía?
Aparte de New Order, de la música siniestra de los 80, del tecno-pop, de diferentes grupos. Estoy empezando a componer las canciones para el disco próximo y estoy escuchando otras cosas, de gente de ahora.

¿Por qué se ha decidido por el acústico en esta gira, de la que forma parte el recital del Teatro Echegaray?
Además de la cuestión logística para nosotros, porque no es lo mismo viajar dos que cuatro de diferentes partes de España, a la gente le gusta este formato de canciones desnudas, sin arreglos, y a nosotros también, nos sentimos cómodos.

En estos directos te despojas de teclados para adentrarte en el efecto más sincero e intimista de la voz y la guitarra, con el acompañamiento de David Rodriguez, ¿cómo está resultando la experiencia?
Bien. A la gente le está gustando mucho. El acústico permite escuchar las letras con calma y posibilita una cercanía con el público diferente a los conciertos.

Qué incluye en los directos de esta gira, ¿canciones de este último trabajo y también de los anteriores?
Sí, hacemos un repaso a los cuatro discos y también tenemos canciones que con el grupo no podemos tocar pero sí en acústico.

Volvamos a su más reciente álbum. Se cierra con Muero de amor, una canción poderosa de la que ha dicho alguna vez que tiene un corte clásico, del tipo de las de Manuel Alejandro, el autor talismán de grandes como Raphael y Rocío Jurado. ¿Por qué?
Es uno de los compositores clásicos que más me gusta. Es claro, no hay metáforas y es difícil escribir así. Es un gran músico. Siempre me fijo en los grandes y en el camino voy encontrando mis canciones.

¿La música le resta tiempo para su otra pasión, la pintura?
Sí, y más ahora, que estamos tocando y preparando los temas del siguiente disco. En cuanto pueda espero volver a coger los pinceles.

¿Has pensado cuál podría ser la próxima reinvención de La Bien Querida, por qué camino transitarán David y usted en el próximo trabajo? Siempre ha dicho que le gusta dar giros en su carrera.
Todavía no. Lo importante primero son las canciones y luego ya se verá cómo se visten. Los giros en la carrera son necesarios para no aburrirnos de nosotros mismos y no hacer lo mismo. Pero pasa igual en todos los trabajos, hay que estar siempre con los ojos bien abiertos y viendo lo que hay.


 


 

 

 

 

 

 

 

 

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